Un cuarto de siglo después de su aparición en la escena musical, a menudo da la sensación de que el Punk Rock se ha convertido en un cliché que ha perdido su chispa; los acordes son correctos, las canciones están ahí… pero ¿dónde encontrar el corazón?
Para ello tenemos que viajar al pequeño pueblo de Tavernes de Valligna, que existe en la comarca de La Safor, en Valencia, España. Allí se encuentra Don Cikuta, una banda de tres músicos inadaptados que han dedicado su vida a incendiar el mundo con partes iguales de melodía y maldad.
Sin embargo, a pesar de ser de una pequeña ciudad, ven las cosas con amplitud de miras. Hasta la fecha, han realizado tres giras por Estados Unidos y cuatro por México; de hecho, fue la reacción a las disparidades económicas del “Nuevo Mundo” (son de España, ¿recuerdan?) lo que les inspiró a componer con una rabia y una conciencia que se atreve a desafiar esas desigualdades. Asimismo, a través de las amistades que hicieron durante las giras, se dieron cuenta de que el punk, al igual que el ansia de vivir, no sólo era N
