Desde que publicaron su álbum de debut homónimo en 1995, Garbage -compuesto por Shirley Manson, Duke Erikson, Steve Market y Butch Vig- ha abierto un camino sonoro distinto.
Con una serie de éxitos como Stupid Girl, Push It, Only Happy When it Rains y I Think I’m Paranoid, han cosechado elogios constantes de la crítica y siete nominaciones a los Grammy en su camino hacia los 17 millones de álbumes vendidos. El nuevo y feroz álbum de la banda, No Gods No Masters, sigue ampliando su visión musical. La colección de 11 pistas es por turnos brutal y hermosa, una celebración de la vorágine sónica y un triunfo del silencio, a veces en el espacio de una sola canción.
“Este es nuestro séptimo disco, cuya numerología significativa afectó al ADN de su contenido: las siete virtudes, las siete penas y los siete pecados capitales”, dice Manson, la icónica líder de la banda. No Gods No Masters es un disco grande, audaz e indignado, abiertamente político y con una carga social que la banda no había tenido antes, con canciones que tocan temas que van desde el malestar mundial y el cambio climático, el movimiento Black Lives Matter, el sexismo y la misoginia. El resultado es la banda sonora perfecta para un momento tenso de una banda que lleva casi 30 años dejando su impronta única, un disco que sólo podría haber surgido de la íntima relación entre músicos que han madurado y crecido juntos a lo largo de sus carreras.
