El viernes 14 de junio, el día se despertaba con multitud de ofertas musicales para elegir, y todas ellas de muy alta calidad. Pero esa tarde yo me decante por la novedad, y hasta la sala Shoko de Madrid, me acerque para llenar mis oídos de sonidos a rock de los setenta con la presentación del primer disco de CARESS, una nueva banda formada por grandes músicos con gran experiencia dentro del rock español, que desató una tormenta de ritmos que fusionan muy diferentes estilos, como el rock, el blues y el soul.
La gente que hasta allí se acerco estaba expectante y con muchas ganas de pasarlo bien. Si bien es cierto que justo ese día tocaba Bruce Sringsteen en el Metropolitano, hay que reconocer que la sala Shoko presentaba un buen ambiente. Es cierto que, al principio de la fiesta, se notaba cierta frialdad, pero a medida que fue pasando el tiempo de concierto, la gente se fue animando, con los primeros compases, abandonaron los sillones que rodea la sala, para correr hasta las primeras filas para vivir la música intensamente, y así, hasta la última nota de la noche. Solo una pega, echo en falta, en este tipo de eventos, más presencia de público joven. Pero, aunque éramos pocos esa noche, fuimos los suficientes como para lanzar nuestro grito, y animar a otros.