Crónica: HORA ZULÚ (Sala Malandar – Sevilla 29/03/25)

Si HORA ZULÚ fuesen de Nueva York, en este país encontrarías camisetas de ellos en las tiendas de moda que todos conocemos y donde solemos encontrar de grupos como GUNS N´ROSES, DEF LEPPARD, NIRVANA, AC/DC, etc.… Habría grafitis murales en todas las capitales y se venderían gorras de ellos como churros. Por no decir que vivirían de la música a todo trapo, codeándose con las altas esferas musicales internacionales. Pero vuelvo a lo de siempre: nacieron en España. Uno de los países más cutres en cuanto a reconocimiento de una de las artes más complicadas y completas que existen, con las que cualquiera puede emocionarse oyendo una melodía o la letra de una canción, que trae detrás un trabajo y dedicación que la mayoría no aprecia.

Ya me los había perdido demasiadas veces y de esta no podía pasar. Para mí, con diferencia, el mejor grupo en España en su estilo y con un bagaje musical que muchos quisieran para sí por calidad y la manera de hacer las cosas para llegar al nivel altísimo que, por méritos propios, han llegado.

Las composiciones de HORA ZULÚ están estructuradas de tal forma que no aprecias “vacíos” incómodos en sus melodías. Paco Luque se basta para crear la pantalla musical en la que se asienta la letra que “escupe” sin rubor Aitor y sin atisbo ninguno de duda en lo que sale por su boca. Pero para que todo sea un sólido bloque, Javi, a la batería, y Álex, al bajo, marcan los tiempos y las pausas para que los temas fluyan y adquieran el poso, el peso y la rotundidad que necesita un directo de esa calaña, logrando que la música de los granadinos sea un referente de máxima garantía en nuestro país y fácilmente exportable a donde se propongan.

Entre los temas que descargaron, y sin un setlist que pueda servirme de recordatorio, hablo de memoria al nombrar algunos que creí reconocer: De-que-rer-ser, Camarada, Mis barraqueras, Golpes de pecho o Andaluz de nacimiento.

Aluciné con Aitor y esa manera de “recitar”, con aparente facilidad, en algo que debe ser lo más complicado del mundo. No ya el hecho de no trabucarse, sino el de recordar tanta cantidad de letra acompañada de rima, demostrando un talento brutal en el modo de rapear, algo que no está al alcance de la mayoría de mortales.

El show, al contrario de casi todos a los que he ido, no tuvo altibajos porque la banda se ocupó y preocupó de que el subidón y el estado de ánimo al que nos auparon con los dos primeros temas se mantuvieran en lo más alto durante toda la actuación.

No pude tener un mejor encuentro con HORA ZULÚ en directo. Todo acompañó: la elección de la sala, el aforo, el ambiente antes y después del concierto, pero sobre todo la actuación de una banda increíble a la que considero de las mejores de este país.

¿Estás leyendo esta crónica y no conoces a la banda?

Pues te doy un consejo: si no quieres engancharte a un nuevo grupo, no los escuches, porque como te pongas un tema de ellos (el que sea), pasará a formar parte de una de tus favoritas.

No tengo nada de traidor. Avisado quedas.