En 1979 el hard rock iba cediendo el testigo al heavy metal, coincidiendo con el cambio de década. JUDAS PRIEST acababa de publicar su quinto álbum, Killing Machine y en breve comenzaría la grabación de British Steel, IRON MAIDEN estaba planeando su primer álbum, BLACK SABBATH, con Dio como vocalista, reinventaba su sonido con Heaven & Hell, cuya grabación se produciría durante ese otoño, y el término “New Wave of British Heavy Metal” aparecía en la prensa musical por vez primera.