Review: Diseccionamos “Like a House on Fire” lo nuevo de los británicos ASKING ALEXANDRIA

Llega a mis oídos lo nuevo de los británicos ASKING ALEXANDRIA mientras terminaba el entrenamiento diario. Sin duda un subidón de energía con los rasgados de cuerda de Ben Bruce y Cameron Liddell a las hachas, Sam Bettley a la línea del bajo, James Casselles a los palos y Danny Worsnop al micro. Like a House on Fire es el nombre de este rosco que no te va a dejar indiferente. Te desvelo solo un poco de cada tema, el resto, descubrelo tú.

Sin duda no hay mejor tema para abrir boca que House on Fire que empieza tenue, in crescendo. Pisan el acelerador y Danny hace acto de presencia, sorprendiéndonos con un registro vocal capaz de erizar la piel. La contundencia del compás marcado por James nos hace asentir.

¿Ya os habéis venido arriba? Espero que sí, porque Down to Hell arremete con fuerza como bestia liberada de sus grilletes que se va a poner a correr a toda velocidad para escapar de los cazadores. La consonancia perfectamente marcada para dejarte las cervicales. La voz de Danny se tiñe de oscuridad en algunos momentos deleitando nuestros oídos logrando esos cambios de textura jodidamente perfectos que tanto nos gustan.

Llegamos al meridiano del trabajo, pero no te vengas abajo, aún quedan un par de temas que disfrutar. ¿listo? Antisocialist pide paso a gritos. Danny entra sin pensarlo mucho, donde su voz suena aterciopelada, para darle el giro de 180º y sacar la voz de pecho embelesando nuestros sentidos mientras nos guía por el track. El bajo no pasa inadvertido si prestas atención, sutil a veces y atronador otras. ¿Te has fijado en los efectos? Dale al replay una vez más, yo te espero don’t worry.

¿Sigues con las cervicales enteras? Ve pidiendo cita porque They don’t Want what We Want te las va a crujir seguro. ¿Vamos? Tic, Tac… Escuchamos pasar los segundos literalmente, Danny entra sin preámbulos, rasgados de cuerdas contundentes y potentes de Ben y Cameron, sublime. James perfila cada cambio de compás hasta el punto de rozar la perfección. El ritmo se acelera logrando que nos vengamos más arriba si es posible y… ¿fin?

El encargado de cerrar el rosco es The Violence, James toma la delantera seguido por Sam e irrumpen Ben y Cameron con un rasgado atronador dándole paso a Danny. Esto promete. Con cambios de consonancia bien marcados, las guitarras retumbantes, la línea del bajo impetuoso y la voz de Danny cobrando un matiz rugiente alternado con el tenue y reservado. Un gran broche para cerrar este rosco que nos deja con ganas de más.

Para los amantes del género, solo puedo decir que después de escuchar cada disco y su progresión sin duda van a disfrutar con este trabajo. Para los que todavía no los han escuchado os recomiendo empezar por el primer rosco Stand up and Screem los growls son brutales ya desde el primer track. Han ido evolucionando con el tiempo y en cada disco se nota esas ganas de dar lo mejor de ellos en cada momento.

Personalmente les puntúo con un 7’5 han llevado a cabo un gran trabajo y claro está que este 2020 hemos tenido más tiempo para diseccionar con mucho cuidado cada tema y profundizar en la discografía sin problemas. Van a formar parte de mi lista de reproducción para entrenar en modo bestia.