Cuarenta años desde que se formara HELLOWEEN no es moco de pavo, pues los padres del power metal aparte de dejarnos un gran legado musical de discos y directos, han sabido sentar unos precedentes dentro del estilo y ser una gran influencia para otras muchas grandes bandas.
Para ello la banda se embarcará este año en una gran gira mundial. Pero además como colofón a estos cuarenta años, han sabido plasmar en un nuevo álbum la maestría y la genialidad de todos esos grandes músicos y vocalistas que forman la banda.
Con una portada que mantiene la estética de su anterior álbum, el álbum que verá la luz el próximo 29 de agosto a través del sello Reigning Phoenix Music, ha sido mezclado en los legendarios estudios Wisseloord de Hilversum (por donde han pasado bandas de la talla de Iron Maiden, Judas Priest, Def Leppard o Rammstein). En él han participado los productores Charlie Bauerfeind y Dennis Ward.
Siguiendo la senda de su anterior trabajo de estudio, la banda vuelve a integrar la genialidad de todos sus integrantes, así como el buen momento tanto vocal como musical por el que pasan. Y es que nada más empezar el álbum nos encontramos con un tema como Giants On The Run. Potente, con partes más melódicas que explotan en un estribillo frenético, en donde no solo se luce su vocalista Andi Deris, si no que también lo hará, Kai Hansen, haciendo las delicias de los amantes de Gamma Ray. Tanto por su aporte vocal, como por esos coros épicos, que conseguirán desempolvar del trastero mental temas como Rebellion in Dreamland.
Pero como hemos dicho, en este álbum vuelven a lucirse todos sus integrantes, y es que la mano de Michael Weikath también hace acto de presencia en temas como Savior of the World o la excéntrica Under the Moonlight, que junto a Kiske nos traerán a la mente a esos primigenios Helloween y esos “Happy Helloween” del pasado. Repitiendo la fórmula y llevándola un paso más allá, la banda rema al unísono. Si no en un tema o en otro, todos tienen su minuto de gloria.
Es palpable que la mano de Hansen tiene bastante presencia durante el disco. No solo en la composición, como en We Can Be Gods o el tema que cierra el álbum, Majestic, si no vocalmente, donde llega a cantar mano a mano junto a Michael Kiske y Andi Deris.
De la misma manera, hay tiempo para sonidos más hardroqueros como This is Tokyo, donde Deris da rienda suelta a su imaginación para hacer un reconocimiento al público nipón, que con tan buena acogida ha recibido a la banda (solo hay que recordar grandes conciertos del grupo como el Live At Budokan). Tambien A Little Is a Little Too Much presenta un sonido mas cercano al hard rock de los ochenta, que huye de complicaciones, pero que sirve para que Kiske se una a la fiesta en un dueto mágico, consiguiendo un tema pegadizo de esos que no dejarán que tu cerebro olvide el estribillo y los riffs de guitarra tan marcados.
De igual modo, Into The Sun aporta uno de esos momentos mágicos, donde Kiske y Deris conectan de forma magistral en un dueto que reencarna el alma de la banda en una balada donde también brillan con luz propia las seis cuerdas. Aunque sin duda el tema que más destaca es Universe (Gravity for the Hearts), el primer single de la banda, no solo por su longitud (casi ocho minutos y medio), si no por los cambios de ritmos que consiguen que un tema espídico se torne en una power ballad o incluso en uno más progresivo. Y es que de igual manera que se luce a la voz Michael Kiske, merece destacar también la irrupción de Kai Hansen, que seguidos de los coros, le dan un aire épico al corte, para volver a recordarnos a Gamma Ray.
Teniendo una banda con unos guitarristas del nivel de Weikath, Hansen o Sascha es normal encontrarnos con grandes solos que llegan incluso a compartir protagonismo con el trabajo de los vocalistas como en Hand of Gods. Eso sí, no podemos olvidarnos del formidable trabajo que hace Dani Löble a la batería. Ya sea marcando el ritmo con ímpetu y destreza, o cediendo el protagonismo al resto de instrumentos. Da igual cual sea el tempo o la potencia necesaria, la heterogeneidad de los cortes del álbum, hacen que se luzca durante todo el álbum. Además grabó todos los temas con tres baterías distintas para escoger cual era la más adecuada para cada canción.
Quizás el que pasa algo más desapercibido Marcus Grosskopf al bajo, su buen trabajo a las cuatro cuerdas quedando relegado algo más, salvo en las partes más lentas. Y es que teniendo siete músicos con tanto nivel y experiencia, el trabajo de las guitarras, la batería y la voces son simplemente espectaculares.
Para mi gusto, un trabajo sobresaliente, muy completo y maduro, que hará un repaso a los cuarenta años de historia, con temas que van desde el hard rock hasta el power metal de los primeros tiempos del grupo y que servirá para contentar a todos sus fans, puede que incluso también a los más nostálgicos de Gamma Ray. Los gigantes del power metal celebran su 40 cumpleaños con una obra monstruosa.
1.- Giants on the Run
2.- Savior of the World
3.- A Little Is A Little Too Much
4.- We Can Be Gods
5.- Into The Sun
6.- This Is Tokyo
7.- Universe (Gravity for Hearts)
8.- Hand of God
9.- Under the Moonlight
10.- Majestic
Michael Kiske – voz
Andi Deris – voz
Kai Hansen – voz, guitarra
Michael Weikath – guitarra
Sascha Gerstner – guitarra
Markus Grosskopf – bajo
Dani Löble – batería