Hay bandas que se quedan estancadas hasta el infinito en su fórmula de éxito, y otras que no dejan de evolucionar, cambiar, experimentar. Hay bandas que suben como la espuma y desaparecen, y otras que poco a poco van creciendo haciéndose un hueco en el cada vez más complicado mundo de la música.
Podemos decir que TRIVIUM es una banda en constante superación y crecimiento a todos los niveles, tanto musical como creativamente. Si bien Ascendancy (2015) fue el álbum que los catapultó al escenario internacional, siempre han ido evolucionando y mejorando. Su anterior L.P. The sin and the Sentence (2017) me pareció sublime, su sucesor, What the dead Men Say (2020) es aún mejor, y como he comentado anteriormente supone un paso adelante en una gran banda a la que no le gusta dormirse en los laureles.
TRIVIUM en sus comienzos era más tradicional, en los últimos trabajos han mezclado con muy buen gusto metal moderno con otros estilos más clásicos. Matt Heafy es un auténtico maestro a las seis cuerdas y a la voz simultáneamente, no sé cómo es capaz de hacer esos riffs y cantar a la vez. Él es realmente el alma de esta banda y tiene ese don especial para conmoverte con su música y su voz. Su compañero a las 6 cuerdas (Corey Beaulieu) siempre consigue darle un toque melódico cuando es necesario y armonizar cualquier riff o ritmo por intrincado que sea éste. El batería es absolutamente brutal y se deja la piel en cada canción. Por si fuera poco, el bajo suena bestial y suma a un conjunto de músicos ya excelentes por sí mismos.Como podemos esperar en este estilo podemos encontrar partes con guturales, y riffs ultrapotentes, y al segundo partes limpias, con voces melódicas. Las letras de su nuevo trabajo son introspectivas y hablan de rencor, odio, culpa, venganza, decepción. Resumiendo, una auténtica lección magistral de metal de primera categoría.
La producción es perfecta, al nivel de las composiciones de este trabajo.