Aquí me llega lo último de VHÄLDEMAR, y ¿qué puedo decir? Intento buscar una palabra que defina este pequeño tesoro oculto del metal, y es que si hay palabra que define este Straight to Hell es “épico”. Todos los temas suena perfectos, con una producción sublime, y unas composiciones magistrales que te atrapan nota a nota. Obviamente son una banda veterana que demuestra una gran maestría a nivel de composición y ejecución de los temas, y en este CD hay momentos épicos y memorables por todos lados.
Si hacemos un poco de historia podemos decir que la banda es fundada a finales de los 90 por Pedro J. Monje y Carlos Escudero. Su primer trabajo Fight to the End se publica en 2002 por Arise Records. Este sería su álbum de estudio número 6, si no me equivoco.
Su estilo es un poco difícil de definir para mí, básicamente sería power metal con toques de metal clásico, en la redacción debatíamos si sería viking metal o algo así, pero da igual lo que sean, porque te van a gustar. Me recuerdan en algunos momentos a lo mejor de grupos como RAGE, MANOWAR o KAMELOT por tener alguna referencia.
La producción es completamente alucinante por lo bien que suena todo, ultrapotente y limpio con todos los instrumentos perfectamente definidos, premiando la claridad y la melodía sobre todo. Por otro lado las diez canciones que componen el álbum son temazos donde no hay nada de relleno, y te atrapan desde el primer momento. Vamos a encontrar muchos coros grupales, muchas melodías preciosas, un doble bombo brutal, duelos entre teclados y guitarras, riffs demoledores, los ingredientes que debe tener un buen disco.
La portada es un diseño de DARKGROVE DESIGNS que ha trabajado con gente como MANOWAR, AEROSMITH o CINDERELLA por poner algún ejemplo.