Review: PLACER CULPABLE CON “OF TRUTH & SACRIFICE” DE HEAVEN SHALL BURN

Cuando estrenaron el segundo tema se confirmaron los caminos que iba a emprender la banda con My Heart And The Ocean, con un vídeo acorde a la crudeza de la realidad del mundo del mar, un territorio sin piedad por su fauna. Dedicaron el vídeo a Sea Shepherd, una asociación que se dedica a luchar contra la pesca masiva y sin control en una guerra constante.

Por supuesto muchos conocen a HEAVEN SHALL BURN por su vertiente musical, pero ya en unos de sus temas clásicos Hunters will be Hunted expresaban sus inquietudes sobre el ser humano y la naturaleza, pero en este caso en un vídeo menos violento, pero con una fuerte carga moral, una parábola de la señora naturaleza que cuida de los suyos, pero que también los castiga.

Cuatro de los cinco integrantes de HEAVEN SHALL BURN son Straight Edge, un movimiento que rechaza el uso de drogas, medicina y alcohol, y en muchos casos acompañados de una dieta vegana, incluyendo una fuerte crítica social, y lucha para el bien estar del ser humano, ellos mismos en vivo se denominan The voice of the voiceless (la voz de los sin voces), término que usan múltiples adeptos de este modo de vida, por ejemplo, el luchador de la WWE CM Punk.

Of Truth & Sacrifice es una mezcla de sensaciones, en momento es un puro orgasmo musical con música explosiva como “My Heart and The Sea”, “Protector”, temas más death metal como What War Means, pero lo que caracteriza el trabajo es que después del gozo y el júbilo, viene la redención, con temas con Weakness Leaving My Heart o el inquietante Expatriate.

Expatriate daría para escribir tantas cosas, tema ambiental, basado en una simple melodía de piano, acompañado por la banda que se queda en segundo plano. Lo preocupante del tema es que las letras no son realmente letras son extractos de discurso exaltado, un discurso agresivo, una vez conseguida la traducción de las mismas, descubrimos que ese discurso va de la lucha constante y universal que siempre ha marcado la historia del hombre, con nuevos imperios, nuevos regímenes, pero esa Nueva Babylon acaba por caer, y sobre sus cenizas aparecieron nuevas sociedades, pero como la historia es una repetición constante, siempre acaban siendo viciado, y desprovisto de significado y su razón de ser.

Todo el disco es un despliegue de medios para provocar sensaciones dispares al oyente, pero sobre todo nunca, nunca, nunca, deja indiferente. Según el estado de ánimo los temas van evolucionando, un día te llama un tema lento, el otro un explosivo, pero nunca he acabado la escucha del disco sin haber sentido algo nuevo, algo profundo, sin necesidad de entender el idioma, solo dejándose llevar por la música y la intensidad.

Muchos auguran que el futuro de la industria de la música es la casi inexorable desaparición de los LP y trabajos de larga duración dejando paso a un mercado marcado por los singles y EP cortos. Y aquí también HEAVEN SHALL BURN le escupe a la cara un álbum doble de casi dos horas (alrededor de 1:50), demostrando que la música no está en mano de la industria ni de ningún iluminado, sino en mano de los que la viven, banda, medios, públicos, y que a pesar de los clichés siguen apostando por lo que le gusta.

En este momento convulso que vivimos, parece que la banda había previsto esta pandemía, estos males de la humanidad, ese impacto del ser humano sobre la naturaleza, esa necesidad de dar una pausa al planeta para que durante un breve tiempo se volviera a apropiar de lo que es suyo y regenerarse. Pero sobre todo siempre han luchado contra los falsos profetas que a golpe de grandes discursos basados en odio nos quieren volver a tiempos pasados, y no cualquier tiempo pasado fue mejor.

En resumen, un trabajo exuberante de sensaciones y sentimientos, no creo que nadie pueda escuchar ese disco sin tener en algún momento un remordimiento, una inquietud, sin vivirlo.

Esta historia de amor que empezó en un festival de 2014 sigue durando hasta hoy, unos chicos sencillos, luchadores, y que en aquel entonces tuvieron el detalle de fijarse en lo que se le presentaba para la firma de autógrafo, porque HEAVEN SHALL BURN ama la música, ama la naturaleza, ama el ser humano a pesar de sus defectos, y para ello siguen siendo la voz de los sin voces.