Salvo excepciones, en Norteamérica el death-doom tiene un sonido más crudo y agresivo que en el resto del mundo, donde suele ser más melódico y sobre todo más atmosférico. Esto incluye a España y América Latina, donde surgió a mediados de los 90 y la mayoría de las bandas cantan en inglés.
En cuanto a las letras siguen mayoritariamente las pautas del doom con temas oscuros y depresivos como la muerte, el dolor o la desesperación y suelen ser introspectivas y en muchos casos poéticas, aunque también las hay más agresivas.
La gran mayoría de los músicos siguen la estética del death metal, es decir, bastante normal y cotidiana en lugar de la “retro” estilo años 70 del doom. Aunque también están los que adoptan una influenciada por la de la subcultura gótica.
Este subgénero alcanzó una gran popularidad en los 90 pero se vio desplazado por un nuevo género derivado precisamente de él, el metal gótico al que se pasaron muchos de los grupos que lo practicaban. Aún así siguen apareciendo bandas que hacen este estilo aunque en mucho menor número.