Desde los años 80, con la aparición y el éxito de subgéneros como el glam o el thrash metal hay gente, especialmente críticos musicales, que defiende que el heavy metal como tal ha muerto. Esto se ha seguido diciendo cada vez que surgía un nuevo estilo dentro del metal que conseguía la suficiente popularidad pero es totalmente falso, como demuestra que desde los 80 hasta hoy han seguido apareciendo grupos de heavy metal más o menos clásico con mayor o menor calidad y fortuna.
A principios de dicha década, la NWOBHM continuaba con más éxito que nunca gracias a bandas como IRON MAIDEN o SAXON y en todo el mundo occidental (incluyendo Japón) aparecieron grupos fuertemente influenciados por dicho movimiento, siendo los pioneros del heavy metal en sus respectivos países.
Esto también ocurrió en España y Latinoamérica, donde el género consiguió en seguida gran popularidad, sobre todo entre la juventud y las capas más marginales de la sociedad, atraídas por su polémica agresividad y especialmente por su mensaje de rebeldía. En España hay que destacar que hasta finales de los 80 el heavy metal se convirtió en el género más popular dentro del rock, algo que desgraciadamente no ha vuelto a ocurrir posteriormente, aunque algunos de estos grupos pioneros como BARÓN ROJO se han convertido en casi míticos, incluyendo en América Latina. Y en cuanto a la propia Latinoamérica el heavy metal (y el metal en general) se ha desarrollado más y ha alcanzado más popularidad en los países con mayor poder económico: Argentina, Brasil, Chile y México.
Con el declive de la NWOBHM a mediados de los 80, el heavy metal como tal no desapareció a pesar de su bajada de popularidad a nivel mundial, sino que se modernizó e incluso muchos grupos añadieron a su música elementos más modernos provenientes de otros subgéneros del metal o del rock.
De hecho, desde hace ya unos cuantos años parece haber una recuperación del interés sobre el género “padre” de todos y sobre las bandas pioneras de los 70 y de la NWOBHM, con la vuelta a la popularidad (aunque no siempre a la calidad) de muchos de dichos grupos y una verdadera fiebre de reuniones de los que ya no estaban en activo o de las formaciones originales o más famosas.
Tanto en las letras como en la estética, el heavy metal que surgió a partir de la NWOBHM sigue en una inmensa mayoría las pautas de esta, independientemente del origen o del idioma usado, aunque lógicamente las bandas tienden a adaptar las letras a las circunstancias de sus países.