A finales de los 70, durante la NWOBHM, aparecieron una serie de grupos que empezaron a tocar heavy metal con aún más velocidad y agresividad que los de dicho movimiento, pero siguiendo sus pautas musicales y sin perder de vista la complejidad técnica, dando énfasis a los solos de guitarra e introduciendo partes instrumentales cortas. Así surgió un nuevo subgénero que con el tiempo se llamaría speed metal (speed significa velocidad) y que en muy poco tiempo se extendió del Reino Unido al resto del mundo occidental.
En realidad éste es un estilo poco conocido y practicado, ya que casi no existen bandas que lo practiquen en exclusiva y la gran mayoría hacen también otros estilos o lo han abandonado. Por eso hay gente que ni siquiera lo considera un género en sí mismo y hoy en día el término speed metal está en desuso. Pero a pesar de eso, ha tenido una gran influencia, no siempre reconocida, en prácticamente todos los subgéneros posteriores y más populares del metal, incluso del extremo. De hecho, fue el origen tanto del power metal como del thrash metal. Y además, sigue habiendo actualmente grupos que lo practican, aunque como ya he dicho, normalmente junto a otros géneros. Un claro ejemplo de esto es que de los diez discos que he elegido para representar el género, solo los de MURO, EXCITER y RAVEN pueden considerarse exclusivamente (o casi) de speed metal.
Las diferencias entre el speed metal y el heavy de la NWOBHM son exclusivamente musicales, puesto que en cuanto a la estética y las letras siguen las pautas de ese movimiento, aunque en el apartado lírico las bandas de speed metal suelen ser algo más agresivas. El tipo de voz también suele ser expresivo y más agresivo que el del heavy metal, a veces llegando a ser desgarrado, pero sin llegar a la dureza de la voz del thrash metal. Hay que destacar que tiene diferencias dependiendo de su origen: en Norteamérica es algo más agresivo y duro mientras que en Japón es más melódico y en Europa más similar al heavy metal.
Si en el resto del mundo el speed metal ha tenido muy poco éxito y pocos grupos se han dedicado a él en exclusiva, en España y Latinoamérica ha conseguido aún menos popularidad, ya que cuando surgieron en estos países las primeras bandas esto coincidió con la aparición de otros géneros como el thrash y el power metal que pronto alcanzaron muchísimo más éxito. De todas formas, en estos países desde mediados de los 80 hasta hoy han aparecido grupos que lo practican, aunque normalmente junto a otros estilos como en el resto del mundo. Al igual que ocurre con el heavy metal y en general con casi todos los subgéneros del mismo, el speed metal español y el latinoamericano siguen las pautas estéticas y líricas originadas en los países anglosajones.