Entre finales de los 80 y comienzos de los 90, una serie de bandas estadounidenses revolucionaron el thrash metal, tocándolo de forma algo más lenta pero sin perder la potencia y la agresividad características del género, con un uso del doble bombo no tan rápido pero igual de pesado. También introdujeron elementos psicodélicos y frecuentes cambios de ritmo y cortes abruptos, normalmente a medio tiempo, junto a una afinación en tonos más bajos, lo que le da un sonido más profundo y aumenta la complejidad de la música alejándola de la simplicidad del punk y acercándola al rock progresivo y al psicodélico. Además, a diferencia de otros géneros de metal anteriores, su música no estaba tan orientada hacia los riffs, que son más lentos que en el thrash metal y están acentuados por poderosos acordes de guitarra. En cuanto a los solos de guitarra, fundamentales en casi todos los géneros del metal, solían estar posicionados en la mitad de las canciones. Y en lo que respecta a las voces, normalmente son tan agresivas como en el thrash pero muchos grupos introducen también una voz más melódica.
De esta forma nació lo que posteriormente se conocería como groove metal (“groove” significa ritmo en jerga), que acabó alcanzando una enorme popularidad e incluso desplazando al thrash metal propiamente dicho hasta la recuperación de este estilo en el nuevo siglo. Lo que no quiere decir que el groove metal haya desaparecido ni mucho menos, puesto que siguen apareciendo músicos que lo practican. El groove metal ha sido una gran influencia para estilos posteriores como el metalcore, el nu metal y el metal alternativo.
En cuanto a la estética y las letras, los grupos de groove metal han seguido las pautas del thrash. Al igual que los de ese género, tienden a dar menos importancia a la apariencia y en el aspecto lírico suelen dar más relevancia a temas personales aunque sin abandonar la temática agresiva típica del thrash.
Aunque en la mayoría de estilos de metal su aparición y evolución ha corrido pareja en España y Latinoamérica, el groove metal es una excepción ya que en América Latina surgió antes, casi al mismo tiempo que en el mundo anglosajón, gracias a la banda brasileña SEPULTURA. En realidad, esta es la única diferencia con la trayectoria del género en España (donde apareció a mediados de los 90), idéntica en todo lo demás, incluyendo las pautas estéticas y líricas que también están basadas en las anglosajonas. A pesar de que en los 90 el groove metal tuvo en estos países el mismo éxito que en el resto del mundo, nunca ha habido muchos grupos que se hayan dedicado a él, al menos en exclusiva.
