Un año más nos dirigimos a Algarrobo para asistir a uno de los festivales más castizos del panorama andaluz y, quizás, español. Tony y su equipo, una vez más, nos esperan con un cartel variado y para todos los gustos, donde prima la pasión y el amor por el metal.
Este año la organización ha retrasado el inicio del festival para evitar el calor en el recinto, pero, a pesar de ello, una vez más, se han abierto las puertas a la misma vez que empezó a tocar la primera banda, haciendo que durante el primer tramo de su actuación el público fuera escaso. Y eso sería la única nota negativa del festival, que supo mantener y recortar un leve retraso en el horario, que, al final, no perjudicó a ninguna banda.