Lejos queda ya ese primer concierto de la Riviera de ANGELUS APATRIDA en plena pandemia, cuando por motivos de seguridad se celebró con el público sentado y con mascarilla, y después de esa situación solo puedo sacar una conclusión, que había ganas de verlos de nuevo en condiciones normales, y poder saltar en medio de la pista y de echarse “un baile rápido”.