La nostalgia se sentía en el ambiente de la sala Nazca, muchos seguidores de la doble B nos juntábamos para rendir homenaje a una banda que nos hizo soñar y disfrutar con su música y del cual nos sabíamos sus canciones de memoria, eran tiempos donde cantábamos junto al radio casete, por las calles, coches casas y demás sitios donde pudiéramos poner la música a todo volumen, era el día de despedir a BELLA BESTIA como se merecía.
Antes de entrar a la sala ya se notaba un buen rollo por los alrededores del centro financiero de la capital y tomarte una cerveza con la banda, conversando de los muchos recuerdos y anécdotas, en eso Pancho fue el puto amo, no tiene precio.