Crónica: EL ALTAR DEL HOLOCAUSTO sacude Granada

Pocas bandas gozan de un aura que le hace única y destacar, EL ALTAR DEL HOLOCAUSTO es una de ella, banda que con solo nombrarla evoca sentimientos, melodías y emociones.

En un curioso sábado de enero, se presentaba uno de los conciertos más esperados por los amantes de la música, y digo música porque la palabra rock, post rock o cualquier calificativo se quedan cortos ante los salmantinos, nada podría hacer sombra al evento, ni tan siquiera la majestuosa Sierra Nevada que decidió esconderse tras un velo de nube para la ocasión.

Las puertas se abrieron a la hora prevista, y se puede comprobar desde el principio la inmensa popularidad de la banda, con una cola muy respetable en el exterior de la sala. En el interior, el merchand vuela, y la música de ambiente nos prepara para el espectáculo que se avecina. Dicha música ambiental va de manera gradual aumentando en intensidad hasta culminar con la entrada de EL ALTAR DEL HOLOCAUSTO.

Iniciaba en ese momento 1 hora 40 de un viaje que nos llevaba por todo tipo de sentimientos sensaciones y colores, EL ALTAR DEL HOLOCAUSTO es capaz con música despertar un sinfín de reacciones tal como lo plasmaron en su último EP, De euforia y nostalgia, y es cierto que a lo largo del show la gente iba cambiando de semblante, sonriente, para luego quedarse en recogimiento con los ojos cerrado para después explotar en un jubilo incondicional, todo eso de manera aleatoria, ya que cada asistente tenía una manera personal de reaccionar al espectáculo.

La comunión entre la banda y sus seguidores se hizo más que patente cuando Reverb Myles, uno de los guitarrista se bajó del escenario para compartir un wall of death junto al público.

El setlist a parte de los dos temas del reciente EP, dio un repaso su discografía haciendo hincapié en su penúltimo EP, Trinidad, que la banda tocó completo. Un setlist que demuestra el derroche de calidad compositiva de la banda.

El show en si fue fantástico, con luces a contraluz que respaldan la imagen de EL ALTAR DEL HOLOCAUSTO, lleno de luz, pero también de sombras ya que sobre las tablas tenemos esa representación del ser humano complejo, lleno de matices.

1 hora 40 que se hizo corta, ya que me quedé prendido por la música, la luz y la experiencia. Tras ese concierto, a mi parecer, creo que EL ALTAR DEL HOLOCAUSTO ha subido de nivel, colocándose a la altura de las mayores bandas del país no solo en su género, sino que con su trabajo se han hecho merecedor de encabezar festivales y otros eventos, ya que los fieles de EL ALTAR DEL HOLOCAUSTO siempre están dispuestos a comulgar con la banda.