Sin apenas banderas tras un día especial de leyes y política, la resaca de la festividad no terminaría hasta que el metal más oscuro dejase el país devastado en su totalidad. El black metal legendario de los fineses AZAGHAL llevaba varios días de gira por la península, siendo cercano su fin en la sala Silikona de la capital. Organizada por Kivents, la banda EMPTY acompañó la velada como teloneros de un derroche de metal extremo tan brutal que pocos oídos salieron sanos aquella noche.