Era un cartel muy atractivo: los power germanos PRIMAL FEAR con su increíble cantante Ralf Scheepers (ex-GAMMA RAY) al frente. Todo aderezado por una banda de apertura de la talla de ELEINE (a quienes habíamos disfrutado hacía relativamente poco).
La sala, enclavada en el típico barrio de Moncloa, es una clásica en los conciertos, lo cual no quiere decir que sea una buena sala. Entre un escenario bajo, sonido regular, malas luces, columnas en mitad del recinto (es un sótano de un edificio) y una pendiente contra el escenario que hace que la gente de las últimas filas esté más baja que las primeras —y, por tanto, con una visión muy limitada—, el conjunto deja bastante que desear. Al menos tuvimos foso, algo de agradecer.