Hace unos meses acompañé a MEGARA en su despedida del país de las maravillas y hoy les acompañaba al país de las pesadillas, en un formato totalmente distinto al que vi en Leganés. En aquel fue eléctrico y este era totalmente acústico con lo que la curiosidad por cómo se desenvolverían los madrileños en ese formato, hizo que me desplazara hasta la capital del reino a la sala Rockville (sala que está apostando por los conciertos en vivo con todas las medidas de seguridad) asistiendo al primer pase, ya que hicieron sold out muy rápido debido a las restricciones de aforo y se decidieron por hacer un segundo show a media tarde.