Tras haber disfrutado durante las mañanas del viernes y el sábado de la variada oferta turística y cultural que se puede encontrar alrededor de Pindelo dos Milagres, entre ellas una visita a Aveiro, donde el gran atractivo turístico son los paseos en Molliceiro (una suerte de góndolas portuguesas con las que pasear por los canales de la localidad, haber dado un paseo rápido por Costa Nova y haber disfrutado de la vecina Viseu, llegar el segundo día al festival con las pilas súper cargadas ayudó mucho a disfrutar a fondo la siguientes jornadas. Y es que, un festival, no es sólo música, es toda la cultura que encuentras alrededor y te enriquece como visitante.