CRÓNICA: TOUNDRA ilumina la sala El Tren con su música (05-05-2023,Granada)

Viernes cinco de marzo, TOUNDRA visitaba la capital granadina para continuar con la presentación de su último trabajo de estudio Hex, sin duda otro gran álbum dentro su discografía. Junto a TOUNDRA tenemos una buena banda de la ciudad nazarí como es SVUCO, que teniendo en cuenta que no tocaban desde antes de la pandemia, era otro aliciente. Hacía ya tiempo que no veía en directo a la banda, y como bien dice el dicho, ya iba tocando. Por temas laborales afortunadamente pude adelantar la salida un poco y llegué a la sala El Tren  justo cuando comenzaba la actuación de la banda granadina.

SVUCO

El power trío se colocaba en línea en primera fila, situándose la batería justo en el centro delante de la otra, pues cada banda tocaría con la suya propia. A los dos lados su bajista Salva y su guitarrista y vocalista Saúl, los cuales se encargarían también de poner coros y voz respectivamente a las composiciones de la banda. La luz tenue frontal se mezclaba con el juego de luces traseras para crear oscuros y vistosos contraluces. Al igual que pasaría posteriormente  con TOUNDRA, no nos pondrían las cosas fáciles a los fotógrafos, pero de cara al sonido sería el mejor complemento posible.

Desde el comienzo ya el aforo era considerable, algo de agradecer por parte de la primera banda, que en este caso supo corresponder con una gran noche. Pese al espacio más reducido del que dispusieron, nos ofrecieron una  intensa y potente actuación. Y es que como el propio nombre de la banda significa (en el diccionario de La Naranja Mecánica), mucho ruido es lo que nos ofrecerían esta noche, eso sí, en el buen sentido de la palabra: ¡Ruido del bueno”!, pues el sonido reinante en general durante toda la noche fue excelente.

El sonido de la banda estaba muy bien cimentado sobre la pesada y profunda base rítmica, gracias a la batería de Roberto Cano y al bajo de Salva Moreno, sirviendo para que la voz y los riffs de la guitarra de Saul cobrarán especial protagonismo en las composiciones, eso sí, compartiendo el protagonismo del mono animado que la pantalla desplegó en la pantalla trasera, vigilando constantemente la actuación bajo su atenta mirada. 

Sobre todo en temas instrumentales como Iwazaru o Kikazaru, que además de  dar nombre a los primeros álbumes de la banda, hacen también referencia a dos de los tres monos sabios de la cultura japonesa, en la que basan su trilogía discográfica, y de la cual estuvieron también presentes temas como Solo o Viejo Loco.

La banda también aprovechó para presentar varios cortes nuevos, y es que el tiempo muerto fuera de los escenarios, ha servido para que la banda de a luz nuevos hijos como Aliens del desierto, Britva, Calipso, Grazzy o Karstika. Sin duda temas dignos de ser tocados en directo y con ese sonido propio que tiene la banda. Cerraron un repertorio lleno de ese sonido stoner muy atmosférico.. unas veces pesado, otras veces más árido y descarnado,  y otras con un sonido más experimental, donde la psicodelia entre otras cosas también tienen su cabida.

Sin duda un buen aperitivo que dejó con ganas de más a los asistentes, sirviendo para abrir el apetito aún más, como anticipo del primer plato que venía a continuación.

Setlist

Iwazaru 

Aliens del desierto

Solo 

Britva

Calipso 

Fuzzia

Grazzy

Viejo loco 

Karstika 

Kikazaru

TOUNDRA

Llegaba la hora de la verdad y se descorría el telón de la sala como si de una obra de teatro se tratase, algo que anticipa que no iba a ser un concierto más como en otras ocasiones. Y es que si conoces a la banda, sus actuaciones van más allá de lo musical, más bien se trata de un viaje extrasensorial a través de su música. Un deleite para los oídos que va  más allá de la realidad, convirtiendo la experiencia en todo un crisol lleno de sensaciones para el que lo escucha.

Sin duda, la protagonista no fue la banda, si no su música, quedando relegados a un segundo plano éstos. Algo también influenciado por la iluminación del escenario. Un espectáculo lumínico que continuó la senda iniciada durante la actuación de SVUCO, donde los contraluces jugaban con las sombras y las siluetas, dejando la iluminación frontal en un segundo plano, (de nuevo los fotógrafos tendríamos que dar lo mejor de nosotros).

Desde que comenzara a sonar Strelka, y a continuación Watt o Magreb, el grupo desplegó una odisea musical llena de altibajos emocionales, alternando pasajes más tranquilos con otros más intensos, consiguiendo despertar un cúmulo de emociones entre el público que contemplaba, o más bien disfrutaba de la progresión de melodías que el cuartero desplegaba ante sus oídos.

El derroche de intensidad fue tal que lo mismo podíamos ver a Esteban J. Girón arengando al público, dando saltos en medio de un delirio escénico o arrodillado frente a su amplificador mientras que transmitía toda su energía a través de las seis cuerdas de su guitarra. Tampoco faltaron las idas y venidas de David López sobre el escenario, imbuido en un éxtasis musical, que acababa en todo un aquelarre de mástiles junto a la guitarra de Esteban y al bajo de Alberto, siempre frente a la atenta mirada de la batería de Álex Pérez.

Con la llegada de El Odio, llegamos a uno de los momentos cumbre en la actuación, y si no el de mayor apogeo, sin duda uno de ellos. Y es que además, la trilogía recogida en su último álbum Hex, ha sido sin duda no solo uno de sus logros, si no también de sus mayores retos. Da igual que no lo tocaran al completo, porque no son tres temas sin más, si no más bien uno solo dividido en tres. El público disfrutó al máximo las dos partes de la obra dedicada Tommy, la ópera rock de THE WHO. Subiendo y bajando la cabeza con una coordinación casi perfecta.. Y es que desde que tuviera el bajo su momento de protagonismo al principio, pasando por cada electrizante riff de guitarra o el derroche de energía liberado por la batería, la música se convirtió en un hechizo que se apoderó de los sentidos de todos los presentes.

Con Mojave comenzaron a bajar un poco la intensidad hasta llegar al punto de inflexión del concierto, que tuvo lugar con Requiem, consiguiendo un remanso de calma dentro del vendaval musical que habían desplegado durante hasta el momento. Aunque la tregua no fue muy duradera, pues casi sin respiro, endurecieron y oscurecieron el sonido con otro de los temas de su último álbum Hex, como es Ruinas. Como no podría ser de otra manera, terminaron por todo lo alto con un temazo como Cielo Negro. Sin duda uno de mis temas favoritos y de los mejores acogidos por el público, ¡y es que esas guitarras rompiendo a lo Who are de THE WHO son sublimes!

Como no podía ser de otra manera, tras unos momentos frenéticos en escena, los cuatro jinetes del apocalipsis, como suele ser habitual, volvieron a sellar su pacto musical con un abrazo grupal al terminar de tocar este “último tema”, abandonando el escenario sin mucha pausa. Esto provocó el ya clásico “otra, otra” del público (hubo incluso quien pidió 23), cuya respuesta no tardó mucho en llegar por parte de los músicos.

Ante el insistente deseo de sus enfervorecidos fans, TOUNDRA no podía despedirse sin tocar tres de sus mejores temas, como son Cobra, de su anterior trabajo Vortex, la especial Ara Caeli, de su tercer álbum, y como no, Bizancio, que con sus frenéticas subidas de ritmo puso el colofón por todo lo alto con un derroche de poderío por parte de toda la banda. Sin duda otra gran noche para el recuerdo en la carrera de la banda, que volvió a tener una gran acogida por un público bastante devoto, que con cada visita a Granada se va incrementando. Incluso hubo quien se desplazó ni más ni menos que desde Segovia.  

Todavía quedaba tiempo para que la banda se despidiera de su público entre apretones de manos, muestras de afecto y setlist, púas y baquetas que engrosaban la colección de los más fanáticos. Incluso hubo tiempo para que la banda charlara y se despidiese a pie de pista de los asistentes, bromeando incluso con un segundo pase a continuación.

Setlist

Strelka

Watt

Magreb

El odio

El odio 2

Mojave

Requiem

Ruinas

Cielo negro

———————–

Cobra

Ara caeli

Bizancio