En plena vorágine de las fiestas del dos de mayo en Madrid, y a pesar de que ese fin de semana mucha gente prefirió asistir a la “orgía” del Viña Rock, otros decidimos no perdernos un gran espectáculo de música y diversión.
La noche del cuatro de mayo, la sala Barracudas, en pleno barrio de Ventas en Madrid, se convirtió en un crisol de sonidos y emociones, donde el folk rock melódico y el thrash metal agresivo se dieron cita en una velada que fue inolvidable para muchos de los que asistimos. Dos bandas emergentes, desde tierras manchegas, se encargaron de ofrecer una experiencia única a los amantes del heavy metal español.
Con la apertura de puertas, el público fue entrando, la expectación en sus caras se fue convirtiendo en emoción por querer pasarlo bien esa noche, sin importar nada.