Una mujer que no ha dado luz a sus hijos puede volverse la madre de los ángeles. Tal era la compañera del Hijo: María Magdalena. Él la amaba más que a todos los discípulos y la besaba a menudo en su boca. El resto de los discípulos, viéndole, amando a María, Le dijeron: «¿Por qué la amas más que a todos nosotros?» Contestando, Él les dijo: «¿Por qué no les amo como a ella?» (Evangelio de Felipe)