Con la entrada de hoy me siento como el personaje que interpretaba mi “crush” de la adolescencia; Eduardo Noriega en la película Cha-cha-chá dirigida en 1998 por Antonio del Real. Os pongo en situación, su personaje quiere ligar con una chica y para parecer interesante y atraerla finge que a él le gustan las películas japonesas en versión original, así que le invita al cine y obviamente, se muere del tedio. Pues en mi caso, os voy a hablar del surrealismo belga ¡toma ya! No obstante, me aplico la eximente de intentar hacerlo de forma amena.