GRAVITALestrenó su disco Agua roja el pasado mes de febrero, trabajo que sigue entregando grandes temas como El niño que no podía reír, su último single.
El niño que no podía reír está compuesta como una canción de cuna, y teniendo como trasfondo temático la depresión infantil y juvenil, la canción relata el sentimiento de una madre que ve cómo su hijo es incapaz de ser feliz. La composición nos pone en la piel de ambos personajes, mostrando no sólo la frustración de ella al no saber cómo ayudarle, sino también lo que estaría ocurriendo en la mente del pequeño, sumido en la melancolía. De este modo se resaltan los dos roles importantes en este tipo de situaciones humanas: el de la persona que cae y el de aquella que le ayuda a levantarse.
Del lado de la madre, escuchamos sus ganas e inquietud por animar al niño, así como su dificultad para llegar a él. Con esta idea, se plantea una metáfora sobre lo que podría suceder entre personas que sufren una situación similar donde, en muchos casos, no existe diálogo. Del lado del pequeño, la melodía nos adentra en su pensamiento y, a modo de fábula, se narra cómo un mal lo ha capturado produciendo una niebla que le impide escapar.