Después de narrar un cruento hecho histórico como fue el fusilamiento de Torrijos y sus compañeros en la entrada de hoy os voy hablar de un personaje real pero cuya historia enraíza más en la leyenda, o al menos, tal y como nos ha llegado en la actualidad, cuento con más tintes de leyenda artúrica que de hecho histórico. Me refiero a la bella Lady Godiva. Resulta curioso como al mencionarla la imagen que aparece en la mente de cualquier alma humana es la de la obra de John Collier finalizada en 1897; una hermosa joven pelirroja cabalga desnuda con la cabeza agachada y avergonzada. La majestuosidad de ese cuadro y lo que ha provocado que sea el que todo hijo de vecino tiene en mente, es el uso del color bermellón en el mantón que cubre el caballo blanco, las riendas del mismo y el cabello ígneo de la bella Lady Godiva, esa mezcla irradia sensualidad en menor medida que belleza, además del extremo de que Collier fue un gran pintor prerrafaelita de lo onírico.