RANDY HOLDEN es un guitarrista de un talento enorme, qué por diversas circunstancias, no ha recibido el reconocimiento que merece. Tras pasar por varias bandas en la década de los ´60, sustituye a Leigh Stephens en la mítica formación norteamericana BLUE CHEER. Con ellos, grabaría sólo la mitad de su tercer disco, New! Improved! Blue Cheer (1969), ya que cuando Holden pidió una mayor amplificación para sus guitarras, el sello discográfico se negó a proporcionársela y le pidieron que atenuara el sonido. Esto, junto a los problemas financieros de la banda, y la adicción a las drogas de algunos de sus miembros, hizo que Holden se marchara antes de tiempo. Aun así, él es el compositor de los tres temas que ocupan la segunda cara del álbum, en los que se encarga además de tocar todas las guitarras y de las partes vocales.
RANDY HOLDEN: “Population II” (Hobbit Records, 1970)
El siguiente paso fue montar una especie de power duo con el baterista Chris Lockheed, y con el patrocinio de la marca de amplificadores Sunn, graban en 1969, para el sello Hobbit, el impresionante álbum Population II. Una auténtica demostración de fuerza, que con el paso de los años, ha sido reconocido con una de las primeras muestras de hard rock de la historia. El inicio de guitarra y el riff lento y pesado de Guitar Song nos introduce en el universo de Holden, que también se encarga de tocar el bajo y cantar, en el que predominan unos solos de guitarras poderosos, crudos, ácidos, con una distorsión muy particular. Fruit And Iceburgs fue compuesta por Holden para BLUE CHEER e incluida en el álbum New! Improved! Blue Cheer, pero aquí el riff es mucho más pausado, más doom, a lo BLACK SABBATH, aderezado con una guitarra fantasmal, como si de un theremin se tratase, y de solos incisivos. Como una especie de corto interludio aparece Between Time, un rock algo stoniano, para desembocar en la conclusión instrumental de Fruits And Iceburgs, con esa guitarra espectral como protagonista.
La segunda cara del vinilo original comenzaba con Blue My Mind, con influencias de JIMI HENDRIX EXPERIENCE, con bonitos pasajes melódicos entre los distintos ritmos, y con varias capas de guitarras durante los solos. Para terminar, la pieza de diez minutos de duración Keeper Of My Flame, con diferentes ritmos y fantásticas partes vocales, excelentes pasajes instrumentales, con aires a CREAM, repletos de hirientes solos de guitarra, conversando sobre una gran sección rítmica.
El retraso en la publicación del disco, problemas con el sello discográfico y el robo de todo su equipo e instrumentos, terminaron arruinando a Holden, que abandonó el negocio musical. Cuando finalmente el vinilo se editó en 1970, el grupo ya no existía, por lo que no se llegó a presentar en directo, siendo sus ventas casi inexistentes. Afortunadamente, a mediados de los ’90, Randy Holden volvería a grabar, tras muchos años dedicándose a la pintura.