Review: “Agua roja” – GRAVITAL

La industria discográfica está cambiando con pasos de gigante. Las reglas del juego de ayer no son las de hoy. El público no consume música de la misma forma, cambian los formatos, cambian los gustos, cambia incluso la forma en la que escuchamos las canciones. Un mundo de inmediatez obliga a las bandas a reinventarse e intentar llegar a la gente de las formas más diversas.

Este ha sido el caso de GRAVITAL, que acaba de sacar al mercado su flamante Agua roja en formato libreto con contenidos cuidados y bien elegidos entre los que podemos disfrutar de las letras de cada tema, fotos de la banda e incluso fotogramas de los videoclips que van a acompañar cada uno de los cortes que podemos escuchar en estos poco más de 30 minutos de duración del EP.

El EP se publicó el pasado 21 de diciembre a través de Wild Punk.

Para la estética general de este trabajo, GRAVITAL ha apostado por la IA, tan de moda y con tantas posibilidades en estos momentos, generando un universo de imágenes imposibles a medio camino entre la ilustración, el manga y la animación, con una estética común y un hilo conductor que da uniformidad al disco: esa agua roja, cercana al referente de la sangre que inunda todo de vida y a la vez evoca la autodestrucción en la que puede sumirse uno cuando no puede gestionar sus propias emociones, en las que profundiza a través de cada uno de sus cinco temas. Ese trabajo también supone un cambio importante para la banda, dejando de lado las letras en inglés por el castellano.

En Lo que soy, nos encontramos cara a cara con un grito desesperado de quien pugna por sacar al exterior lo que realmente es, sus miedos a abrirse al mundo y sus dudas existenciales. Todo ello sobre una sublime base en la que la guitarra y el teclado introducen el tema para dejar que la batería y el teclado se adueñen de la base sobre la que el resto de instrumentos va pincelando la historia y la voz nos cuenta esta primera historia que sirve de apertura al disco.

Fuera de Control, segundo corte, es una llamada de atención desgarradora sobre la salud mental y la necesidad de tratar a las personas que están “fuera de control”. Se podría abrir un intenso debate sobre el tema y quizás, a ese debate, invitan los afilados riffs que componen la parte central de este corte en el que los teclados son una base y a la vez una guía sobre la que deslizar el segundo capítulo de esta historia.

Con La presa, el tercer tema del disco, una voz melódica sobre la que en un momento determinado escuchamos una premonitoria campanada, nos hace viajar hacia el centro de uno mismo. Una introspección musical conseguida bajando el ritmo justo en el ecuador de esta Agua roja.  Se trata quizás del tema más intimista, más desnudo y que podría actuar como sinopsis de todo el trabajo. Al fin y al cabo, la progresión musical que se conforma mezclando magistralmente la contundente base rítmica donde la batería y el bajo son implacables, con los amplios matices que aportan los teclados en todos los temas y el brillo de las guitarras, dan como resultado temas muy interesantes que funcionan a la perfección.

Apocalipsis Artificial es un tema intenso, con tintes de rock progresivo  que va ganando intensidad a lo largo del tema y repite el patrón de los anteriores en cuanto a la construcción y composición de los mismos, con la presencia constante de los teclados como base sobre la que se asientan el resto de instrumentos y las guitarras aportando luminosidad, puntualizando y resaltando las canciones entre las que, a estas alturas ya hemos entendido que Agua roja es una historia integral dividida en capítulos, pero una sola historia al fin y al cabo. Podría decir que estamos ante el tema que más me ha gustado.

Finaliza este disco con el tema El niño que no podía reír, en forma de llanto final, de último grito vital y para ello, el protagonismo de las guitarras es fundamental para aportar ese toque melancólico que se transparente en cada uno de los cortes, pero sube a la superficie en éste. Para ello resulta también fundamental la melodía del piano y su fusión con las guitarras y el resto de instrumentos consiguiendo, finalmente, ese efecto de tristeza en la que sabemos que no podemos dejarnos caer.

A nivel formal, comentar que la banda muestra una interesante evolución con respecto a su anterior disco sin perder nada de la esencia y la filosofía grupal que tenían desde sus inicios. Buena ejecución a nivel musical, sugerentes atmósferas y efectos digitales, una evidente mejora a nivel vocal, que se hace mucho más evidente en los directos de la banda y una formación a medida del proyecto, solvente y cohesionada, son sin duda los ingredientes para que la vuelta de la banda sea muy bien acogida.

Conforman, en conjunto un trabajo coherente, grabado y mezclado en Hermes #1 Studio, excepto baterías, que se grabaron en La Madre (Deifontes), producido por Juanma Medina y masterizado por Paco Requena. Un disco del que, nuevamente, destacamos la original presentación en forma de libreto con QR de descarga y direccionamiento a Spotify y web de GRAVITAL con todo lo necesario para completar la experiencia de escucha de Agua roja. Un acierto, sin dudas, que hará las delicias de quienes se hagan con este bonito libreto.

En el disco han participado:

Ernesto Jiménez Osma (Voz y guitarra rítmica)

Nacho Navarro Medina (Teclados y coros)

Javier Moñiz Gómez (Batería)

Emilio Molina Rodríguez (Bajo)

Colaboración guitarra solista: Francis Casanova.

Fotografías del grupo: Leticia Pérez.

El libreto se puede adquirir a través de su web y en sus conciertos en directo junto a otros objetos de merchan en formato individual o pack con los que apoyar a la banda.

Tracklist

1 – Lo que soy

2 – Fuera de control

3 – La presa

4 – Apocalipsis artificial

5 – El niño que no podía reír

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