Islas Canarias, Hawai, Polinesia… Y en las danesas Islas Feroe, el thrash metal retorna a su época musical oscurantista de la mano de un quinteto bajo el nombre de ASYLLEX. En 2017, dieron los primeros pasos en la escena thrasher con su primer álbum War Order al más puro estilo de los 80. Tras cuatro años, nos dejan un pelotazo que ni la misma Ketamina tiene comparación en efecto hipnótico y/o especial. Poco más de 60 minutos nos sumergen en una realidad que abarca los ámbitos de la vida y los años transcurridos en la misma, así como las elecciones propias, diferentes perspectivas y legados, el viaje a la tumba… y después. Ephemeros no deja indiferente a nadie, sea en seguidores o fans casuales. Aquí dejamos 15 razones para invertir una hora de tu inútil vida en algo provechoso.
Lost Life nos lleva a un ambiente puramente religioso donde la batería y el bajo nos revientan el corazón desde el principio acústico con toques medievales. Si pierdes la vida, lo normal es que tu alma vague en la oscuridad, por ello, Soul nos mete más velocidad y breaks salteados que siguen la estética musical inicial. Dark Pursuit y Welcome to the Night se acortan en tiempo, aunque no en intensidad y pesadez, siendo claves centrales de todo el álbum. En muchos puntos se nota la influencia cruda del thrash que recuerda a discos clásicos como Hell Awaits o And Justice for All. Quizás Welcome to the Night disguste a los fanáticos empedernidos del old school, pero no todo es caos, rapidez y pesadez. Pegadiza en su estribillo, sigue ciertos tintes de rock alternativo que dan ritmicidad a la obra musical.