Review: DERIVA – Haiku II

DERIVA es una banda madrileña de rock/metal progresivo instrumental ¿Por qué la “/”? Ahora os lo explico, impacientes. Primero, al César lo que es del César.

DERIVA son:

Yago Sagrado Garcia – Bajo

Jose Daniel Garea Merino (Minchy) – Guitarra

Javier Muñoz Muñoz (Muñi) – Guitarra

Alvaro Rodriguez Alvarez (actualmente Rory Reagan) – Bateria

Este grupazo dio la cara al público con un LP rotundo y contundente por el ya lejano 2016. Este primer vistazo, o escucha, a la banda era muy del corte metalero que caracteriza a grupos como THEIR DOGS WERE ASTRONAUTS y su Neon Theatre o a RUSSIAN CIRCLES por su estilo contundente y sonidos distorsionados, aunque estos tienen una melodía acompañada más clara. Con un aire a lo que también escuchamos en grupos como FOR GIANTS, aunque tirando hacia los TOUNDRA. Además del destroyer, también nos trae flamenco en el tema Thalamus con el uso de ritmos de bulería (hemiolia en 12 tiempos, 3/4+6/8), y timbres como palmas y cajón, algo al estilo de Andaliusia de JOE SATRIANI, pero con un equilibrio de protagonismo entre las distintas voces de la banda, más del palo de las anteriores bandas mencionadas. También nos sorprende en Susbtantia nigra con la conocida como escala bizantina (doble mayor armónica, también conocida como escala árabe). Modo que nos recuerda, por su uso continuado en bandas sonoras de películas y videojuegos, a Oriente. Con esto último no puedo evitar recordar la segunda entrega de Prince of Persia: Warrior Within (2004) en cuya banda sonora participaron los grandes de GODSMACK con un par de temas (I Stand Alone y Straight Out Of Line).

Tracklist – DERIVA (2016)

1 – Corcadian

2 – Thalamus

3 – Cortex

4 – Delta Waves

5 – Synapse

6 – Susbtantia Nigra

7 – Adrenaline

8 – Dopamine

En 2019 estrenaron Haiku I, predecesor del homónimo que hoy reseñamos, estrenado el 12 de marzo de este año.  Ambos haikus son de creación original del puño y letra de Yago Sagrado García (bajista), con la ayuda del resto de la banda. Cada entrega, a pesar de ser independiente, se completa, siendo Haiku II la continuación y punto final de la narración conceptual que iniciaron en el primero. En ambas partes se respira un estilo diferente al de su primer disco, siendo homogéneas entre sí, y, a pesar de que son entregas diferentes con canciones independientes, se entienden como una sola unida por un interludio musical, Verso Libre.

Como suele ocurrir con la música instrumental, no hay un significado claro para el oyente ya que no hay una voz que te diga qué tienes que entender y cómo tienes que hacerlo. Este libre albedrío de inteligibilidad nos permite contemplar la obra de DERIVA sin ningún filtro marcado por el texto vocal, pero es muy interesante ver las reflexiones detrás de la significación que los propios artistas le han dado a su obra.

Por ello, para entender varias cosas de la música, hay que aclarar que haiku es una palabra japonesa que designa un género poético compuesto de tres versos menores (5-7-5 respectivamente) sin rima que representan o evocan escenas cotidianas o de la naturaleza. En el caso de DERIVA, tenemos un haiku por álbum, canción por verso. El verso nos puede proporcionar cierta información para inspirar a nuestra imaginación cuando nos adentremos en lo que nos sumerge la música, pero la significación concreta que le hayan dado los artistas no es relevante, nos quitaría parte de la experiencia que quieren que vivamos. Pues en ambas obras vemos un intento de transportar al oyente a una deriva emocional, pero sin dejar que se pierda en ella, manteniéndolo atento a lo que nos dicen sin palabras. Es en estas dos entregas donde se mezclan el rock instrumental “zen” y el metal más tajante de una forma tan sutil y contundente que te mantiene alerta en todo momento.

Traklist – Haiku I

Lluvia templada

despierta del letargo

cerezos sin flor

Traklist – Haiku II

Horas pasadas

viven en la memoria

las brumas de ayer

El primero comienza con el verso Lluvia templada, cuya introducción es una declaración de intenciones. El shamisen, instrumento japonés de origen chino, abre el álbum evocándonos a una cultura en concreto, pero es interrumpido por las cuerdas del grupo y una batería a contratiempo que te saca de la ensoñación inicial. Aquí el grupo te dice: “¿relajado? Pues toma, para que despiertes”. Pues así con ambos haikus. Pero, mientras que Haiku I era una montaña rusa de rock y metal progresivo a lo Neon Theatre, dejándote pasear en tu ensoñación mientras meneabas la melena, Haiku II tiene alguna parte, como viven en la memoria, donde acentúan más ritmos sincopados rotos y acentos en las partes “equivocadas” para marear la sensación de compás, algo que recuerda a INTERVALS, SKYHARBOR y TESSERACT.

Haiku II, al igual que el primero, inicia con los sonidos de hojas meciéndose al viento y tormenta, dando unidad, pero esta vez usan esta introducción ambiental en cada uno de los versos. Lo que considero un acierto, además de ambos álbumes, es iniciar el primer haiku con el shamisen, evocándonos a Japón, pero terminar el segundo, brumas del ayer, con un modo frigio y una cadencia andaluza (algo presente en todo el tema) que nos trae de vuelta a nuestro país, esta vez sin compás flamenco ni palmas ni cajón, manteniendo el estilo escuchado en ambos álbumes.

Para finalizar, hay que decir que DERIVA no es de temas melódicos cantábiles, no esperéis unas melodías a lo ANDY JAMES, SATRIANI o STEVE VAI, no es un grupo de ese estilo, donde los solistas son acompañados para lucirse. Técnicamente tampoco pretende introducir 40 notas por compás a 190 pulsaciones por minuto, lo que hace el grupo es más sutil. Usa motivos sencillos y juga con ellos y desarrollarlos en una estructura formal bien pensada con los contrastes bien puestos para que no te pierdas a pesar de esa falta de tema principal al uso. Todos los instrumentos están compensados, tienen una importancia similar, a pesar de que las guitarras siempre destacan, ya bien sea por una carga temática mayor o por su registro agudo (algo que inevitablemente nos llama la tención por deformación biológica y cultural), el bajo (gracias por ello) también está encargado de llevar la melodía en determinados momentos y destacar en otros brillantes. La batería es una auténtica gozada… No puedo decir más.

¿O sí? La grabación, producción musical y masterización, de la mano de TFM Studios y Alex Cappa, es sublime. Desde Lluvia templada te da a entender que forma parte del resultado final tanto como los instrumentistas, sin su trabajo las sensaciones, la ambientación y la deriva no serían las mismas pues hace que los instrumentos te envuelvan y te transporten.

En fin, para no alargarme más de la cuenta, enhorabuena al grupo, y al lector… ponte unos buenos cascos y disfruta: Haiku I/II