La historia de la grabación y publicación de este álbum daría para hacer una serie en Netflix. El trabajo está terminado hace casi 3 años. El antiguo bajista, y batería de la banda iniciaron un litigio por la propiedad del nombre de la banda. Por si fuera poco, posteriormente el vocalista de la banda Burton decide dejar FEAR FACTORY por una disputa con una campaña de crowfunding, y el cantante de la banda se desentiende completamente del álbum. Con todo ya listo para publicar, se inician una serie de litigios por la propiedad del álbum, derechos de autor, llegan incluso a plantearse grabarlo entero con otro cantante. Al final la justicia le ha dado la razón a la Dino Cazares, con lo que permiten publicar el nuevo disco bajo el nombre de FEAR FACTORY y con la voz de Burton, aunque como puedes comprobar no aparece ni en las fotos ni en la promoción porque ya ha dejado el grupo.
Después de este culebrón, vamos a centrarnos en la música y el álbum que es lo que realmente nos importa a todos. 10 canciones y unos 48 minutos dura el nuevo trabajo de estás máquinas industriales. Como siempre la temática futurista, máquinas contra hombres, ciencia ficción, un mundo distópico, etc. La producción es brutal, todo suena perfecto, atronador y con claridad y limpieza. Como siempre Dino Cazares es un auténtico metrónomo humano, y el Sr. Burton diseña unas líneas melódicas de lo más interesante, alternando limpios con voces rasgadas y guturales. La batería completa va reventando sus disparadores como marcan los cánones del estilo.
El trabajo ha sido grabado y producido por Damien Rainaud , y mezclado por Andy Sneap que ya hizo lo propio en el anterior disco de la banda (Genexus 2015). Distribuido por el sello Nuclear Blast, y publicado el pasado 18 de junio.
Es el momento de enfrentarnos a un futuro distópico donde las máquinas dominan a los humanos, ¿Te atreves a acompañarnos?