Actualmente, existen multitudes de formas de entretenimiento. Leer, escribir, fotografiar, cocinar… Y los videojuegos, ¡por supuesto! Desde dos raquetas pasándose una pelota pixelada a la realidad virtual que te absorbe sin darte cuenta. ¡Hay un juego que es pura dinamita! Bajo el nombre de Doom, sólo tienes que matar monstruos, punto y final. Sin embargo, parece que no soy el único que le gusta, pues tiene pinta de haber inspirado a una banda thrasher que dan mucho, mucho, mucho thrash en directo. Los conocí en el recién renovado Metal Lorca y después, en el Metalmería Fest del año siguiente. Desde ahí, se convirtieron en una referencia dentro del thrash nacional. No, no son ni los Angelus Apatrida ni los Crisix. En Cartagena, un cuarteto llamado INJECTOR se abrió paso en la escena española con dos fabulosos álbumes, Black Genesis y Stone Prevails, trabajos con miles de horas detrás. Ahora, en plena ola navideña de Covid19, nos regalan el tercer juego musical bajo el título de Hunt of the Rawhead. Os diré porqué se trata de un disco para escucharlo a tope y, si puede ser también, reventando monstruos en el nuevo Doom Eternal.
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