Cada época de la Historia ha estado marcada por hechos cuyos registros aún persisten hasta nuestros días. La dinámica de la Humanidad está ligada a muchas circunstancias y esta verdad es una fuente de inspiración para los artistas e intérpretes. Anteriormente, los hermanos brasileños Kolesne tuvieron la osadía de explorar las primeras civilizaciones de Oriente. A finales de la pandemia, KRISIUN regresa con otro momento destacado, los imperios helénico y románico. El género del death metal no es sólo gritos, sonidos bestiales y muerte a raudales. Cuando hay que crear una belleza inmemorial y perfecta, hay que estudiar todos los aspectos de un tema determinado y explotarlo. Por ello, el trío Kolesne ha puesto sus ojos en la historia del sur europeo, trayendo un amanecer sangriento en su nuevo álbum, Mortem Solis. Un repaso musical a las matanzas de los grandes imperios.
KRISIUN siempre ha sabido comenzar un nuevo álbum de la forma más brutal que se puedan imaginar, y respetando la tradición, Sworn Enemy es la intención más clara de una búsqueda del metal extremo perfecto. No es necesario decir que la compenetración de los hermanos está tan consolidada que parecen una sola persona. Desglosando en breves palabras, Alex continúa con un tono vocal gutural tremendo, que no parece envejecer o estropearse. La guitarra de Moyses suena muy consistente, al estilo de simular varias al unísono, ganando pesadez y dureza a cada riff. Cerrando la familia, el doble bombo y percusión de Max resuenan a su máximo esplendor, quebrando y derribando muros. Bajando un poco el ritmo y sin perder el toque death/thrash que caracteriza a KRSIUN en sus últimos años, Serpent Messiah aumenta la agudeza de los acordes solistas y los graves, que se entrelazan con la batería. El uso de ritmos solistas y seguidos es la prueba de la furia con la cual componen y graban en estudio, incluyendo ciertos aspectos melódicos en los versos. El sonido del metal atravesando la carne se escucha, desde el fraguar de la batalla, en Swords Into Flesh, una elegía a las carnicerías bélicas que antaño se perpetuaban entre imperios y países. La alternancia de velocidad durante el tema y la presencia de inesperados cambios estructurales y breaks da la sensación de estar en mitad de peleas a muerte. Sin embargo, los solos me hacen dar el sobresaliente a la canción como la mejor del disco, ¡y todavía queda mucho por escuchar!