The Fairy Feller´s Master- Stroke. Richard Dadd

No me voy a andar con paños calientes; la locura suele besar en la frente al artista. Efectivamente “locura” es un concepto muy genérico que precisaría ser matizado, pero creo haberme hecho entender. El artista suele andar en un eterno duermevela que danza entre lo onírico y pequeños atisbos de realidad. ¿Es la realidad un concepto objetivo, darlings? Y no, no he consumido ninguna sustancia psicotrópica, con mis hijos ya tengo suficiente droga dura.

En la entrada de esta semana os quiero traer la curiosa historia del pintor Richard Dadd y su obra ejecutada durante los nueve años que permaneció en el Hospital Psiquiátrico de Bethlem (1855-1864) y como doble salto mortal os hago un pequeño apunte; su obra inspiró al genio, maestro, dios de la música: Freddie Mercury cuando compuso su canción homónima a la obra The Fairy Feller’s Master-Stroke para QUEEN.

Vosotros os estaréis preguntando qué situación llevó a Richard Dadd a ingresar en un hospital psiquiátrico. Bueno, por un pequeño detalle, en 1843, a sus 26 años y después de un par de atentados fallidos contra amigos y desconocidos, asesinó a su padre, en quien creía percibir una “mirada satánica”. Preocupado por la teología griega y egipcia antigua después de una gira por el Medio Oriente, Dadd experimentó delirios y tenía la impresión de que era descendiente del dios egipcio Osiris y necesitaba matar a los poseídos por demonios. En lugar de ser juzgado por asesinato, a Dadd se le diagnosticó una enfermedad mental y escapó a la pena capital bajo la nueva ‘regla M’Naghten’, que permitía una defensa de locura ante un cargo penal. Posteriormente, fue enviado al Bethlem Royal Hospital, conocido como Bedlam y ahora el Imperial War Museum, durante 20 años hasta que fue trasladado a Broadmoor, donde vería sus días hasta su muerte en 1886.

Crónica negra a parte, vamos a centrarnos en la obra en sí la cual se encuentra en exhibición permanente en Tate Britain. Es un ejemplo latente de arte creado en circunstancias sórdidas y problemáticas.  La pintura es enigmática por sí misma, de una fuerza arrolladora fue concebida como regalo para el mayordomo de Bethlem, George Henry Haydon.

La pintura se centra en una reunión de hadas en la maleza verde que espera con anticipación que el talador, un leñador, parta una avellana que se usará para crear el carruaje de la reina Mab. Se basa en un discurso de Mercutio en Romeo y Julieta , donde describe a la reina Mab cabalgando en el cerebro de las personas por la noche y causándoles sueños y pesadillas”, dice Carol Jacobi, curadora de la Tate.

Los temas fantásticos en las obras de Shakespeare fueron temas populares para muchos artistas victorianos, y la pintura de hadas en particular supuso una vía de escape ante la aceleración de la Revolución Industrial. Antes de asesinar a su padre, Dadd, que se formó en las Royal Academy Schools, era considerado un prodigio que se hizo un nombre con sus pinturas de hadas, que eran hazañas asombrosas tanto para la imaginación como para la pintura. Su enfoque en el tema continuó mientras estuvo encarcelado.

Fijaos como Richard Dadd creó su obra a base de capas de pequeños puntos para generar la composición abarrotada en The Fairy Feller’s Master-Stroke, le dota de un efecto aún más claustrofóbico. Richard es puramente extremista, sin embargo, a todas sus obras las de un primer plano muy cercano para generar la sensación de cercanía con la imagen.

Aparte de Oberon y Titania, rey y reina de las hadas en Sueño de una noche de verano, las otras figuras provienen todas de la imaginación de Dadd. Los expertos opinan que algunos podrían estar basados ​​en personajes que encontró en Bethlem, bueno ¿no lo hacemos todos con nuestras obras?, al final a los personajes los dotamos de realidad facilitándoles características de personas de nuestro entorno como si fuera un golem al que le damos vida.

Vaga por el conocimiento popular cierta teoría en virtud de la cual, algunos de los personajes han sido tomados prestados de la canción infantil Tinker, Tailor, ya que se ilustran una variedad de profesiones. También se ha sugerido que el hombre en la esquina superior derecha con una maja y un mortero podría ser el padre de Dadd, quien antes de dirigir una empresa de dorados era farmacéutico.

Podemos hacernos una composición de lugar gracias al propio autor, quién compuso un poema en el que describía a todos los personajes con la esperanza de que le diera significado a su obra. Llamó al poema The Feller’s Master Stroke y de él se supone que derivamos que nada es aleatorio en las figuras que se muestran. Cada personaje tiene un rol para jugar:

“Fay woodman sostiene en lo alto el hacha

cuya virtud de doble filo ahora exige

para hacerlo individualmente y hacer doble doble

magistralmente y prolijamente igual sin problemas.

Y una vez partida la avellana, las dos mitades servirían para construir un carro para su reina, la reina Mab:

Ella es la comadrona de las hadas, y viene

En forma no más grande que una piedra de ágata

En el dedo índice de un concejal,

Atraída con un equipo de pequeños átomos

Atravesando las narices de los hombres mientras duermen: Los

radios de su carreta hechos de patas largas de hilanderos,

La cubierta, de las alas de saltamontes;

Sus huellas, de la más pequeña telaraña;

sus cuellos, de los rayos acuosos de la luz de la luna;

Su látigo, de hueso de grillo; el látigo, de película;

Su cochero, un pequeño mosquito de pelaje gris,

No la mitad del tamaño de un pequeño gusano

redondo Pinchado del dedo perezoso de una doncella;

Su carroza es una avellana vacía (. . .)”

Cuando Dadd fue trasladado a Broadmoor, la pintura se quedó en Bethlem. Pero poco después de la mudanza hizo una copia en acuarela excepcionalmente detallada llamada Songe de la Fantasie (1864), que revela la importancia de la pintura original.

En la actualidad, esta especie de “Jardín de las delicias” élfico, conserva ese toque de otro mundo y continúa susurrando a una generación de “locos” sin importar la edad o la sensibilidad artística. Algo así ocurrió con Freddie Mercury, quien de hecho escribió  la canción llamada The Fairy Feller’s Master Stroke. Esta composición es la séptima canción del álbum de 1974, Queen II, escrita por el propio Freddie y como todas las canciones del grupo​ presenta cierto recargado, teatral y festivo, además se encuentran un sinnúmero de voces dobladas sostenidas por unas bases de clavecín:

“He’s a fairy feller

The fairy folk have gathered ’round the new moon shine
To see the feller crack a nut at night’s noon time
To swing his axe he swears, as he climbs he dares
To deliver
The master stroke

Ploughman, “waggoner will” and types
Politician with senatorial pipe, he’s a dilly-dally-o
Pedagogue squinting, wears a frown
And a satyr peers under lady’s gown, dirty fellow
What a dirty laddio
Tatterdemalion and the junketer
There’s a thief and a dragonfly trumpeter, he’s my hero
Fairy dandy tickling the fancy of his lady friend
The nymph in yellow (can we see the master stroke)
What a quaere fellow

Soldier, sailor, tinker, tailor, ploughboy
Waiting to hear the sound
And the arch-magician presides
He is the leader

Oberon and Titania watched by a harridan
Mab is the queen and there’s a good apothecary-man
Come to say hello
Fairy dandy tickling the fancy of his lady friend
The nymph in yellow
What a quaere fellow
The ostler stares with hands on his knees
Come on mister feller, crack it open if you please”

Como curiosidad os comento que analizando la letra nos topamos con palabras del inglés antiguo como Tatterdemalionquiere. Lo brutalmente llamativo desde el punto de vista musical y estilístico de esta canción, es que la banda Queen lograron transmitir magistralmente por medio del pentagrama la misma atmósfera claustrofóbica que tiene la pintura de Dadd. A ver, os soy sincera, la canción es exactamente una “locura musical” mientras que la obra de Dadd es un auténtico galimatías visual para la razón.

“8 de marzo de 1973

Querido,

Freddie lleva varios días como ido, anda componiendo una canción que habla de un cuadro amalgama de lo onírico, élfico y literario. Cada vez que observo la pintura descubro nuevos personajes. Es extraño pues al principio te abruma ver tantos personajes concentrados en un microcosmos, pero como dice nuestro amigo: ¿no somos todos personajes interpretando un papel que no logramos entender en un pequeño cosmos?

Lo único que te puedo garantizar es que con Freddie tengo la certeza que será un viaje sonoro recargado de teatralidad.

Vamos a invocar a las hadas de la locura, vamos hacer magia”.

(Falsas epístolas de Brian May- La Contadora de imágenes)

Compartir:

Deja un comentario

COPYRIGHT © 2020 | THE METAL FAMILY | ALL RIGHTS RESERVED | JKG DESIGN
A %d blogueros les gusta esto: