En principio es la versión metalera del rock industrial, que a su vez es, como su propio nombre indica, una mezcla de rock y música industrial, subgénero de la electrónica que se caracteriza por la experimentación y por su agresividad y crudeza. Su versión metal, que surgió a finales de los 80 en el mundo anglosajón, adopta de la música industrial dichas características, sobre todo las dos últimas, junto con el uso de sintetizadores, baterías programadas y “samples” (porciones de audio pertenecientes a canciones, películas, series de televisión, etc…). Y del metal, habitualmente de géneros extremos como el thrash, el death y el black, los instrumentos típicos del mismo, la potencia y pesadez, los riffs de guitarra y la afinación grave de los instrumentos. Todos estos elementos junto a la alta distorsión usada tanto en el rock industrial como en el metal extremo da como resultado un estilo duro, agresivo y disonante.
Las voces son variadas ya que dependen de las influencias de cada grupo pero por lo general son tan agresivas como la música, no suelen ser limpias ni melódicas y además en muchas ocasiones están distorsionadas.