CRÓNICA: ALGARROBA ROCK, la resurrección del metal español

Nuestro equipo tuvo la oportunidad de presenciar la resurrección de la escena metalera española. Tras el éxito del Metal Paradise, Algarrobo decidió atreverse con un festival de pie y con medidas de seguridad. 

Desde el mediodía pudimos realizarnos la prueba de antígenos previa a la asistencia al festival, un trámite que se realizó de forma fluida y sin apenas incidentes, tan solo un positivo. Por desgracia ese trámite resultó ser para muchos demasiado traumático y prefirieron no asistir. En palabras de la organización, unas 300 personas solicitaron la devolución al ser obligatorio el test para asistir.

Para hacer tiempo y previo al festival,  la organización nos invitó a  una suculenta y abundante paella para las bandas y los medios que allí estuvimos (un 10 para los cocineros). A continuación nos dirigimos al recinto para asistir a la fiesta del metal.

Pudimos asistir desde primera hora a un festival con un público numeroso, desde mi punto de vista más numeroso que en ediciones anteriores, seguramente debido a que al realizarse la prueba la gente ha adelantado la hora de llegada al festival. 

KRYPTICY ALGARROBA ROCK

Por lo poco que hemos  podido ver de KRYPTICY, han estado como en las anteriores ocasiones que los hemos visto. Es decir con muchas ganas, ocupando el escenario de manera excelente, e interactuando constantemente con el público. La banda formada por Alex, Pancho, David y Sergio, sigue progresando y sacando provecho de su primer disco de larga duración Hideous Being, con el que han cosechado muy buenas críticas. Por desgracia debido a una emergencia que comentaremos más adelante, no puedo opinar mucho más, ya que no pudimos prestar atención a su actuación al completo y de manera correcta.

Setlist

Hideous Being

Dr. Lecter

Calamitous Massacre

Braindead

Intestinal Repulsion

Transorbital Lobotomy

Crucified Liar

Con un calor aplastante salió al escenario SNAKEYES, primero Pepe Pineda, Justi Bala, Carlos Delgado, y con Mask of Reality sonando, asalto Cosmin el escenario. Lo primero que pudimos comprobar es que ha trabajado mucho, primero ha saludado en castellano e intentado interactuar con el público en español, y se agradece, pero lo que resultó más sorprendente es que poco a poco Cosmin va ganando en movilidad en el escenario. Por supuesto aún no está pegando botes por todas partes, pero sí se le ha visto moverse de derecha a izquierda, y buscar el contacto del público y de sus compañeros.

Como siempre justi nos deleitó con su buen gusto a la hora de ejecutar los temas, y Carlos con su increíble pegada marcando el ritmo siempre alto de las canciones. En cuanto a Pepe, siempre con una sonrisa en la boca, estaba jubiloso. Por fin volvía al escenario con SNAKEYES. Ya se había quitado el mono con SPHINX, pero SNAKEYES para él es algo más personal y se nota mucho.

Tal como pasó con Metal Monster hace unos años, asisto al primer concierto de presentación de Evil Must Die y en ambos casos veía explotar el potencial de los temas, a los ya conocidos Metal Monster o Ultimate Sin se añade un puñado de cortes labrados para el directo como War Machine o The Evil Dead. La recta final con un guiño a Painkiller encadenado con el ya mencionado Metal Monster dejó la asistencia al rojo vivo, y no solo por el calor. Y el cierre con Down With The Devil fue apoteósico con una banda que se resiste a irse y un público que reclamaba más.

Setlist

Mask of Reality

War Machine

The Evil Dead

Evolution

Ultimate

Shadow Warriors

Demon in Your Mind

Painkiller

Metal Monster

Down With the Devil

Los vikingos vascos desembarcaron en Algarrobo. Fieles a su costumbre venían a descargar su folk death a diestra y siniestra. A diferencia de la última vez que vi la banda, en Leyendas del Rock 2019, Jonkol ha decidido armarse con su Keytar para acribillar a golpe de notas el público cada vez más numeroso. El setlist se centra ampliamente en su más reciente estreno Baskavígin publicado en febrero de este año.

Tras 1615 la introducción instrumental, la banda entra a escena dejando ver como siempre las tablas que tienen con Lander y Jones. No  solo ponen ímpetu con sus riffs de guitarras, sino alternando voces con Jonkol, en unos juegos vocales marca de la casa. Baskavígin dejó paso a Who Stole My Beer?, tema que no dejó a nadie indiferente. El primer parón para saludar deja paso a un retroceso en el tiempo con Cryhavoc! y Heart of Yggdrasil cortes extraídos de sus dos anteriores trabajos. La banda nos invita a cantar con ellos gritando “Patxi”, y no no estamos llamando por la ventana, sino llamando a Patxi Porroi, el ermitaño alquimista que destaca por su arte para hacer (y beber) cervezas.

Con el ambiente caldeado la banda volvió a sus orígenes con Homeland, un tema que ha aguantado bien el paso de los años y da mucho juego en directo. La banda hace un amago de despedida con Souls on Fire, pero solo servía para allanar el camino para una versión de Take On Me un poco caótica pero llena de bueno humor. Como siempre la banda hace más que cubrir el expediente conquistando, estoy convencido, nuevos seguidores. Nota especial para Nico el batería sustituto que acaba de llegar a la banda y se ha tenido que aprender los temas a gran velocidad.

Setlist

1615

Baskavígin

Who Stole My Beer?

Cryhavoc!

Heart of Yggdrasil

Patxi Porroi

Homeland

Souls on Fire

Take on Me

En el cambio de banda la organización aprovechó la oportunidad para agradecer y hacer un homenaje a dos pilares para la organización desde que se inició el festival, como son Alejandra Wolf y al medio Metal Korner, en especial a la persona de Jacques-Marie Bat (actual director de nuestro medio The Metal Family) por su apoyo incondicional desde sus comienzos al festival.

LÉPOKA

(Por Lucy)

Quién me iba a decir a mí que iba a volver a ver a esos dos monjes enormes desde tan cerca… Después de dos largos años sin pisar un recinto volvía a estar entre el público en un festival, y doy las gracias personalmente a la organización del Algarroba Rock por permitirnos estar de pie y disfrutar de un concierto “normal” como los de antes; porque no se puede ver a Lèpoka de otra manera que no sea saltando con cada canción; con o sin mascarillas puestas.

Así pues, sonando la intro de “El baile de los caídos” y tras una arenga de Jaume, que salía en primer lugar y se situaba tras la batería, todos los asistentes sabíamos que la fiesta estaba servida y a punto de comenzar…

Como era de esperar, la mayoría de temas que sonaron pertenecían al más reciente trabajo de la banda, El baile de los caídos: Beber para creer, Eternia, Hevyátrico, Pandemonium, etc. Pero tampoco faltó tiempo para recordar nuestro querido Bibere Vivere, con la ya convertida en himno, Yo controlo y Goliardos, o Beerserkers, con temas como el que da nombre al álbum o Chupito.

Una de las cosas que me gustan de los castellonenses es que no hay uno solo de ellos que no destaque sobre las tablas; cierto es que Dani Nogués es el frontman indiscutible, pero todos tienen presencia sobre el escenario y no paran de moverse de una punta a la otra, siguiendo las coreografías.

Por otra parte, ver a Daniel Fuentes sobre el escenario siempre es un placer, ya le había visto en alguna ocasión compartiendo escenario con Lèpoka, pero aún no era parte de la banda. Personalmente me gustó mucho volverle a ver con el hábito, ya siendo un goliardo más, y disfrutando junto al resto sobre el escenario con su violín iluminado, esta vez, de color rojo intenso.

Setlist

Beber para creer

Eternia

El baile de los caídos

Pandemonium

Heavyátrico

Beerserkers

Chupito

Goliardos

La huella del dragón

Seguimos en pie

Contra viento y marea

Yo controlo

El viejo Rey Vhäldemar lleva luchando desde más de dos décadas para que el heavy metal triunfe, y el ALGARROBA ROCK se convirtió esa noche en su campo de batalla. 

A título personal, en su día me quedé un poco decepcionado por el último trabajo de la banda. Straight to Hell no me convencía, pero a la hora de la verdad, tengo que reconocer mi error, todos los temas del disco tocados en el concierto sonaron de escándalo, justificando su sitio en el setlist. Desde el inicio con Death to the Wizzard! La banda se posiciona en su trinchera, acribillando a golpes de riffs de Pedro J., bien escoltado por los teclados de Jonkol, que hacía doblete esa noche y no demostró en ningún momento acusar el cansancio.

1366 confirmó que la banda no iba a hacer prisioneros, y venía en serio para volver a conquistar un terreno que fue suyo tres años atrás. Afterlife seguía con las mismas bases, veloz y melódica, con Carlos Escudero espectacular, interactuando en todo momento con el público. Como de costumbre Carlos más que beber dedica buena parte del concierto a rociar la asistencia con restos de botellas de agua y acabar empapado. Los primeros compases de Metalizer me volvieron loco y a buena parte de las huestes repartidas en el campo de batalla.

Volvimos a Straight to Hell con My Spirit y Black Mamba hasta soltar una manada de lobos con uno de los auténticos temazos de la banda Howling at the Moon. Curiosamente el tema no estaba previsto en el setlist original y se añadió sobre la marcha, para mí todo un acierto ya que pudimos no solo disfrutar de los dotes de Jonkol con el micrófono, sino ver Carlos tocar el teclado y el público comulgar con VHÄLDEMAR.

El Rey Vhäldemar ya pisa territorio conquistado, y como es tradición en The Old Man, Carlos se baja del escenario para cantar desde la pista junto a sus soldados. Carlos recorre de arriba abajo el recinto, pasa detrás de la barra, y remata las últimas reticencias por si algunas quedaban. 

Como siempre la sección rítmica, tal un tanque pesado dejó su huella de la mano de Raúl al bajo y Jandro aporreando su batería. Pero lo que marca la diferencia es la complicidad y efectividad de un dúo que lleva más de 20 años en activo y siempre juntos: Carlos y Pedro J., este último demostrando con cada riff y punteo su destreza y su clase de fuera de serie.

El cierre con Old King Vision (Part VI) y Lost World fue la apoteosis del concierto, no había tiempo para más pero el público pedía a grito que les rematará. VHÄLDEMAR como buen rey lo dejó en manos de sus aliados que iban a entrar a continuación: ANGELUS APATRIDA.

Setlist

Death To The Wizard

1366 Old King’s Visions (Part V)

Straight to Hell

Afterlife

Metalizer

Howling At The Moon

My Spirit

Black Mamba

The Old Man

Old King’s Visions (Part VI)

Lost World

Y por fin llegó la hora decisiva. Las cartas estaban echadas y Tony había ganado una apuesta con el destino, consiguiendo por fin hacer realidad uno de sus más ansiados deseos. Todavía recuerdo cuando hace unos años nos comentaba que “este año no, pero el próximo ANGELUS APATRIDA tocan en el festival”. Y como bien dicen: el que la sigue, la consigue.

Sin duda eligió el mejor momento para ello. Con una banda que llegaba a Algarrobo convertida en todo un referente del thrash metal, no solo a nivel nacional, sino también internacional. Pues la banda a base de trabajo y esfuerzo se ha ganado un nombre también fuera de nuestras fronteras. Muestra de ello es su último trabajo de nombre homónimo Angelus Apatrida, con el que los de Albacete (también de Murcia y Valencia), han sabido plasmar toda la experiencia y calidad recogida durante su trayectoria musical, para llegar a asaltar ni más ni menos que el primer puesto de las listas españolas.

La expectación era alta y es que en palabras de su organizador Tony: “era un hecho histórico en la historia de Algarrobo”. Pese a que algunos optaron por permanecer en las gradas tras un largo e intenso día de metal, donde el calor hizo mella, eran ya muchos los que se concentraban frente al escenario ansiosos de una contundente descarga de thrash metal. No tuvieron que esperar demasiado…

Ese tan característico sonido nos anunciaba el potente y violento golpe sonoro en forma de Indoctrinate, primer tema que abre su nuevo trabajo. La banda lo elegía para entrar en escena con crudeza, a saco. Sin compasión  a nuestros cuellos y nuestros pechos, a punto de explotar gracias a un Victor Varela que estaba empeñado en destrozar la batería a base de bien. Con Davish y Guille impecables a la guitarra y muy activos sobre el escenario, al igual que su bajista Jose Izquierdo, continuaron haciéndonos uno más de ellos con One of Us, de su anterior trabajo Cabaret de la Guillotine, demostrando que pese al parón obligado por la pandemia, seguían estando en plena forma.

Tras una breve pausa que sirvió como introducción y presentación para la banda, nos asaltaron con otro tema nuevo como Bleed The Crown, que sonó igual de bien o mejor en directo que en el disco nuevo. Sin duda un tema demoledor. Más de un fotógrafo evitó ponerse delante de los subwoofer que había en el foso, y los que nos atrevimos, recibimos una buena descarga en el pecho  de nuestro querido batería, algo que más de uno recibió con una sonrisa. Y es que esa sensación era algo que muchos echabamos de menos durante este periodo baldío sin pisar los fosos.

Mientras nos deleitábamos con esta nostalgia recuperada, la banda aprovechaba para hacer también un guiño a sus inicios con el tema que abre su segundo álbum  Give ´Em War.  Vomitive  serviría de preludio a otro tema impetuoso como es Of Men And Tyrant, con el que hicieron un guiño a su laureado Clockwork (sin duda nuestro compañero Wes se hubiera alegrado al escucharlo si hubiera estado presente). Eso sí, no sin antes de que Guille “pidiera un rueda” al público, que no sería ni el primer ni el último circle pit que hicieran, acatando las órdenes de su frontman.

Tras otro breve parón para interactuar con el público, abrían otro bloque de tres temas, presentándonos  su también nuevo Childhoods End, seguido de otro de los hits de su anterior álbum Downfall Of The Nations, un tema más experimental y progresivo que sirvió como punto de inflexión en su actuación con una batería y unas guitarras que jugaban a echarse un pulso, y que finalmente ganaría Davish con su tremendo solo de guitarra. También hubo tiempo para volver a contentar a los más puristas con Violent Dawn, haciendo también una parada en su cuarto LP The Call. Pese a que Guille no estaba del todo contento con el sonido y con la pila de su pedal, la cual no dudo en cambiar durante la actuación, el sonido fue espectacular y  el público no se inmutó. Sumido en un éxtasis que explotaba en forma de pogos.

De nuevo hicieron un pequeño break para presentar otra joya de su nuevo trabajo. En este caso fue We Stand Alone, un tema  con unos riffs muy heavys y un ritmo espídico que ha servido a la banda para plasmar a la perfección este periodo negro para la música. Una dura etapa donde han tenido que sobrevivir sin poder trabajar, sin ayudas, e incluso hipotecándose muchos para poder sobrevivir. Un canto a la unión y a la solidaridad entre nosotros, puesto que los de arriba nos han dejado solos.

Volvimos de nuevo a su álbum Clockwork con la canción que da nombre al álbum, para continuar con el repaso a su carrera, seguida de un clásico como End Man, donde un público ya rendido a los pies de la banda, se unía a los coros que Davis y Jose ofrecían durante el tema.

Durante todo el concierto José no paraba de girar la cabeza a golpe de bajo, mientras que Davish pisaba con fuerza el monitor para entrar en un delirio musical que solo podía explotar de una sola manera, con unos impresionantes y exquisitos solos de guitarra. Victor Varela nos daba una clase magistral de como  tocar la batería con una precisión vulcaniana (además de como saludar). Mientras Guille, empuñaba su guitarra mientras sacaba toda su agresividad a través de su voz. Quizás podría engañar a alguno pensando que estaba pegado al micro como muchos cantantes que tocan algún instrumento a la vez. ¡Pero nada más lejos de la realidad! En cuanto podía aprovechaba la oportunidad para unirse en el headbanging con alguno de sus compañeros, llegando incluso a brindarnos los tres algún aquelarre de mástiles sobre el escenario. 

Se acercaba el final, pero  la banda nos tenía guardados un “trío de ases para que la gente se moviera”, en palabras de su vocalista. Serpents On Parade, también de su Hidden Evolution, Give ´Em War y Versus the World, de su primera etapa serían los elegidos. Más de uno tuvo un orgasmo mientras sonaban, siendo Tony en el foso el primero.

 

Quedaba poco para que cayera el telón, pero todavía habría tiempo para que cayera la guillotina. Tras la característica intro comenzaron a sonar los primeros acordes de Sharpen The Guillotine, (lo siento Wes, aunque no sea de tus favoritos sonó de muerte, y hasta tus cervicales hubieran peligrado).

La suerte estaba echada. La banda estaba agradecida con el público, y el público a su vez con la banda. La simbiosis era palpable entre ambas partes, convertida en esa no siempre tan fácil complicidad. Tan agusto estaba la banda que el propio Guille le propuso a la organización firmar por cinco años seguidos para actuar en el festival (seguro que más de uno se imaginó a Tony subiendo corriendo, contrato en mano). Así que todavía había tiempo para llamar a las armas y celebrar esa hermandad con un último tema como es You Are Next, también de su álbum The Call. 

El pacto estaba sellado y el público una vez más quedaba rendido a los pies de una banda que afrontó el concierto con más ilusión y ganas si cabe que de costumbre. Fueron muchos los que por una razón u otra no asistieron al evento. Esta crónica va dedicada especialmente a todos aquellos que aun queriendo, no pudieron. Tranquilos que seguro que tendréis la oportunidad de verlos en el futuro. Pues la banda se ha ganado estar donde están a base de trabajo constante, y de ofrecernos grandes noches como la vivida en Algarrobo. 

“Beware! You are next!”

Setlist

Indoctrinate

One Of Us

Bleed The Crown

Vomitive

Of Men And Tyrants

Childhood’s End

Downfall Of The Nation

Violent Dawn

We Stand Alone

End Man

Serpents On Parade

Give ‘Em War

Versus The World

Sharpen The Guillotine

You Are Next

INVADERS

El cierre de la noche corría a cargo de INVADERS, el tributo a IRON MAIDEN que debido al considerable retraso acumulado vio su setlist no recortado sino amputado de gran parte de los temas. Se quedaron con ganas de enseñar el trabajo que venían meses preparando, para interpretar Seventh Son of a Seventh. Son de la doncella. Dio tiempo a escuchar Moonchild, Infinite Dreams, Can i Play with Madness y The Evil That Men Do. Emprendimos el camino a casa escuchando a lo lejos Seventh Son of a Seventh el que sería el último tema de la noche. Aun así, INVADERS volvió a demostrar porque es uno de los mejores tributos a IRON MAIDEN, tanto a nivel instrumental como a nivel vocal, con la increíble voz de Fran.

Sobre la organización, como siempre hemos visto que se esfuerza al máximo para regalar el mejor festival a sus asistentes, aunque hay algunos detalles a mejorar de cara a futuras ediciones. Por la situación actual el festival tuvo que moverse a otro recinto, que entendemos provisional, pero que para esta edición carecía de sombra en las horas de más calor, algo que provocó algún desfallecimiento y que sufrimos en nuestras propias carnes. Con el desmayo de  uno de los nuestros, nos fue imposible ver la primera banda KRYPTICY, mientras que lo atendíamos. 

Otro punto fue la escasez de aseo con largas colas, y esperemos que para el año que viene se acuerden de contratar bloques sanitarios. Y por último la larga cola para poder sacar ticket para la barra provocó la desesperación de más de uno en un día muy caluroso y como lo hemos comentado anteriormente con escasez de sombra. De igual manera algo a mejorar es el descontrol con los horarios. Hubo gente que pensaba que KRYPTICY estaba empezando a actuar, cuando en realidad estaba realizando la prueba de sonido, algo que al final afectó de forma directa y negativamente a la última banda INVADERS, evitando desplegar su preparado show como el resto de grupos.

El punto a favor es que como siempre la asociación ALGARROCK se vuelca con su festival, con un escenario y juego de luces espectaculares. Los miembros del staff están al 200%,  dándolo todo detrás de la barra y en cualquiera de sus puestos. El trabajo realizado para que un festival de este tamaño se pueda realizar de pie con pruebas de antígenos, para tener un evento seguro ha sido una obra de titanes. Una edición que a pesar de las 300 devoluciones de entradas ha congregado más de 700 personas, siendo un hito para el festival, y una base para los próximos años.

A modo de conclusión, el metal en estado puro ha vuelto, ver gente cantando, abrazada, y volver a ver un circle pit era impensable hace unos meses, y Algarroba Rock, como cada año ha luchado por su festival, y este año más que nunca, ha triunfado.

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