Crónica: El Masters of Insanity engrandece el thrash metal catalán al máximo

Por cuestiones familiares y logísticas, llegamos algo tarde al ansiado evento a final del atardecer. ESTERTOR puso en marcha su show con la sala bastante llena y algún que otro moshpit dando guerra, dejando claro que allí sólo se necesitaba thrash metal puro y duro. Sin duda, hacer metal extremo es fácil si se tiene la inspiración adecuada, hecho que el quinteto catalán evidenció en su segundo álbum lanzado en mitad de la pandemia, Tales from the Ancient Grave. Guiando el repertorio en base a él, ESTERTOR movió melenas y cuellos al son de unos ritmos frenéticos y muy nítidos, tanto que el modo estéreo retumbaba por todo el recinto. Incluso desde fuera, el aire se empapó del funesto ambiente que exhalan los instrumentos de cada artista.

No hubo ni un pequeño recoveco para fallar, pues la ocasión merecía dar el máximo delante de fans y público novicio. Al frente, Edu consiguió llevarse la gran parte de la atención con su arraigada voz y el decoro del escenario, igual que una tumba recién quebrada. Sergi y Enrique hicieron que las bases rítmicas de los temas cobrasen una solidez inaudita, pues entre bajos y percusiones, la solvencia magistral que dieron mereció un reconocimiento aparte. Lo mismo ocurrió con el dúo guitarrista entre Des y Daniel. Siendo el último la flamante incorporación manchega a la formación hace unos años, se repartieron el protagonismo solista de una forma milimétrica, evitando dejar huecos o breaks de silencio. ¡Justo eso es lo que faltó en la actuación, unas breves paradas que nadie llamó a presencia! La consistencia y seguimiento de ESTERTOR les está haciendo asomar la cabeza del metal underground y quizás no sea lo único que salga con ellos de la tierra.

Girona aportó su genial arsenal de thrashería norteña con VIOLBLAST, los herederos del estilo old school americano propio de SLAYER. Si no nos creéis, escucharos su álbum debut, Conflict, ¡y luego habláis! A principios del 2021, vio la luz su tercer álbum, Lazarus Abandoned (el cual podéis leer la reseña aquí) donde abrazó otros aspectos diferentes a la machacante y trallera retahíla thrasher que los caracterizó desde sus inicios. Además, el dúo de Sebas y Andrés nos ofreció la impecable presencia de sus recién estrenados nuevos compañeros, Pol a la batería y la guitarra de Chris. Quizás por esa razón, VIOLBLAST optó por hacer un repaso a su discografía y no centrarse en un setlist único centrado en la actualidad. Nadie negará que esa decisión fue la que hizo triunfar al cuarteto figuerense en mitad de un ambiente muy caldeado.

En un decorado tétrico cual cárcel eternal, la banda descargó su crudo y directo sonido sin compasión de nadie. Manteniendo sus posiciones en el escenario y dando la sensación de relativa quietud, Andrés dio una clase maestra de cómo se debe tocar un bajo para que retumbe más que dos guitarras juntas. Sus más agresivos deseos se expresaron mediante un juego laríngeo que pocos otorrinos creerían, siendo el caso de Paths of Aggression. Empezar fuerte es acabar con mayor potencia, como se vio en Wielders of Fear y Bearing Witness. Sebas y Chris jugaban en el mismo terreno melódico, cuya igualdad les valió unos momentos de duetos solistas admirables. Aunque no cesó en todo el concierto, diría que Pol mostró su talento percusionista, en todo su esplendor, a partir de Journey to Nowhere, donde Lazarus Abandoned ya tuvo algo de promoción al entregado público. Con el tiempo casi cumplido, VIOLBLAST deleitó al thrash metal mundial con una cruda versión de Disciple, himno milennial de SLAYER. Ver los violentos moshpits, gritos y orgías thrashers provocó que los artistas fueran despedidos entre ovaciones y aplausos al borde del llanto.

Hay que reconocer que REAKTION hace honor a su nombre. Si hay que poner las pilas al público, aunque esté exhausto y al borde del colapso, ¡lo consigue de sobra! Tras cerrar la trilogía del thrash metal con To Expect Nothing (el cual podéis leer la reseña Aquí) se avecina una nueva etapa para el quinteto con más azogue de toda la escena nacional. Decirle a Iván, Gustavo, Edgar o Álvaro que se queden quietos unos segundos es igual de imposible que localizar un electrón en la corteza atómica. No me olvido de Xavi, quien si tuviera una batería portátil, también se uniría a la inquietud común. Como sanitario thrasher, yo me quedo con esa barriga tan sexy que tiene Iván, la cual espero poder operar algún día; no por cuestiones patológicas o sintomáticas, sino la curiosidad de saber si canta la laringe sola o el abdomen también. Aunando la ímpetu de los predecesores, REAKTION colocó la corona al Masters of Insanity con un bolo tan magnánimo que la Sala Upload recordará para siempre.

La banda condal estalló el alma del evento con un repertorio completo a su discografía, fueran hitos modernos como la apertura de Overreaktion o clásicos, teniendo The Great Citizen o Blackmailed Existence, donde se pusieron a prueba los coros de los asistentes. A pedir de boca, REAKTION nos ofreció un adelanto de su próximo trabajo de estudio, The Confession of Magnicide, un pelotazo que se vivió con gran expectación. Envueltos en un sonido bestial sin problemas técnicos, Gustavo y Álvaro hicieron que sus guitarras tuvieran una personalidad única en los solos y ritmos, mencionando Breathing Silence u Obsessions. Por supuesto, la inclusión de Edgar a los graves supuso un aumento musical para la banda; en directo, su imponente actitud es digna de rendirse a sus pies. Decir algo en contra de Xavi sería experimentar una endoscopia con sus baquetas, así que no seremos quienes le pondrán a caldo, por el mero hecho de que no hay nada que criticarle o rebatir de sus habilidades percusionistas salvo alabarlas allá donde estén. A través de los covers de METALLICA y THE RAMONES, una invasión del escenario evidenció la fuerte conexión thrash/punk en un frenesí que no dejó ninguna mente sana; ¡más bien, al revés! De sobresaliente hacia arriba, REAKTION volvió a hacer historia en el thrash metal nacional y sabiendo que viene un nuevo álbum en breve, ¡otra saga musical nos espera a base de moshpits, desnudos y mucha caña!