Así es, la fiesta juglaría se celebró palpitante y latente en un lugar ancestral y mítico como lo es, los aledaños de la pirámide más grande del mundo. La tierra de la cultura Olmeca, en el que se vibró un ambiente apoteósico.
Dos enormes escenarios “Vida, y “Sombra del este”, los cuales fueron testigos de tan majestuoso evento, y fue impresionante ver a tanta gente llegar de diversos estados de la geografía mexicana y del extranjero, y con esa energía tan especial hacer vibrar tan significativo lugar.
Llegamos un poco tarde al evento, y veíamos largas filas ingresando de manera fluida. Por lo que se escuchaba a voces, el evento iba a comenzar con retraso debido al retraso acumulado por las pruebas de audio por parte de las bandas. Las banderas de Costa Rica estaban ondeando por el lugar, y claro, como no iba a estar el público Tico, si el festival tenía talentos costarricenses.