Los rockeros nunca mueren, o eso dicen. Pero quizá porque han muerto ya muchas veces, cada día, tras cada actuación, detrás del escenario, cuando cae el telón, el teatro está vacío, el público se ha ido, y solo queda la oscuridad. Entonces el músico, el actor, se convierte en una carcasa vacía frente al oscuro abismo solitario del patio de butacas y se pregunta qué ha sido de su vida, como cualquiera de nosotros.
Antón Páulovich Chéjov nació en la ciudad rusa de Taganrog, a orillas del mar de Azov en 1860 y es considerado un maestro del relato corto dentro de la corriente del naturalismo y del realismo, de modo que, a través del arte del monólogo, sus personajes nos muestran una imagen descarnada de lo cotidiano. Un espejo puesto frente al actor que acaba devolviendo la imagen del espectador. Chéjov tenía 27 años cuando escribió El canto del cisne, obra original que, en esta ocasión, el grupo TAYTANTOS TEATRO ha adaptado de la mano de su directora Mar S. Gatell, con la colaboración del actor Luisma Asenjo y del cantante y compositor Miguel Oñate, el fuera cantante de la legendaria banda ASFALTO entre 1983 y 1985.