Crónica: SIBERIA + LA SEÑAL (Sala Even, Sevilla – 16/12/23)

Hace muchos años que no me gusta escribir crónicas “en caliente”, porque a veces uno sale más “eufórico” de la cuenta por motivos ajenos a los provocados directamente por el show y por eso dejo pasar unos días (a veces demasiados) para digerir lo que sentí y viví en los momentos claves.

Las cenas de empresa y familiares, entiendo que pudieran restar algo de público, pero sinceramente, hay un serio problema con la asistencia a los diferentes y numerosos conciertos que se programan. Hay demasiados y no hay bolsillo que lo resista. Con una entrada única de 5 euros en taquilla, la buena gente metalera de Huelva fue la que salvó una noche que, de no haber sido por ellos, se hubiera convertido en un fiasco total. Y todo esto, teniendo en cuenta que se estrenaba en Sevilla, LA SEÑAL, también de Huelva, y que volvía SIBERIA, la banda más longeva con diferencia, si no me equivoco, de la provincia onubense, fundada allá por el año 1986. Creo que si hubiesen puesto la entrada gratis habría ido casi la misma gente.

Yendo al meollo del asunto, que es lo musical, tengo que decir que disfruté como un bellaco y parte de la culpa fue de Francis, el técnico de sonido de esa noche. Ya que nos quejamos cuando uno lo hace mal, es de justicia aplaudir cuando hacen de manera fenomenal su trabajo, que no es fácil, aunque algunos de ellos hagan que lo parezca.

El rock duro de LA SEÑAL, con Elena Navarro (vocalista y guitarra), Francis Tejada (batería), Gusty Navarro (guitarra solista) y Raúl Bernal (bajo), con letras actuales, cotidianas y con mensaje, hace que no te puedas estar quieto, pero a su vez, es de justa obligación prestarles atención a unas letras trabajadas, con las que cualquiera se puede sentir identificado hasta el punto de llegar a emocionarte.

Después de abrir con Sexto sentido y Palabras de barroHumo negro se te clava en el alma, con una letra que grita por la tierra de uno, que poco a poco muere por la contaminación, que, aunque ellos personalizan evidentemente en su ciudad de Huelva, no deja de pellizcarte el corazón.

Hay que quitarse el sombrero con tantas y tantas bandas como hay en nuestras ciudades, que siendo plenos conocedores de las dificultades que rodea el mundo de la música, (y no digamos del inexistente apoyo al rock en los medios) que tienen un nivel técnico magnífico, que no lo da nada más que el trabajo duro. LA SEÑAL es una buena muestra de ello, demostrando una ejecución espléndida en los temas y una variedad en sus melodías que te atrapan sin darte cuenta.

Durante su vibrante actuación dieron un repaso al disco que editaron en 2016, En la cuenta atrás, con títulos como CicatrizInspiraciónMala intención o Infierno, dejando para el final Utopía, que lanzaran como single en mayo de 2021, para cerrar con Superficial.

Cuando se bajaron del escenario permanecí unos segundos observándolos, sin darme cuenta de que por tercera vez al menos durante su actuación, tenía en mi cara dibujada una sonrisa de satisfacción poco usual en mí, que es algo que me ocurre cuando disfruto de algo que a la vez me tiene abstraído. Y no es por nada, pero después de ver muchísimos conciertos y muchos de ellos de gran nivel, puedo decir que no me ha pasado a menudo.

Tras un breve cambio de cachivaches sobre el escenario aparecía en escena SIBERIA, grupo al que le ha podido pasar una mala factura el hecho de no ser de Madrid o Barcelona porque calidad tienen de sobra, y al decir esto, me refiero a calidad musical y como compositores, defendiendo unos temas que están a la altura de muchísimos grupos internacionales.

Para la ocasión se decidieron por un repertorio entre el castellano y el inglés, con alguna que otra versión, como precisamente la que abría el concierto: Love Will Set You Free del disco Love Songs de WHITESNAKE y continuaron con varios propios, el resultón ¿Por qué no? y La senda del destino.

La tarjeta de presentación con esos tres temas era una apuesta ganadora que subió a más con el vacilón 60 Shades, con unos aires de Serpiente blanca y Purpelianos muy significativos, pero con el toque personal “siberiano”, que, entre otras cosas, le da la voz rota y tan personal de Héctor Núñez y por supuesto una base rítmica compacta y sólida en los nombres de Dani Caro y Willy Barroso respectivamente.

War of the Words no le fue a la zaga y notaba cómo el público, tan escaso como afortunado por asistir a tal noche de hard rock de alto nivel se lo estaban pasando incluso mejor que yo.

No puedo dejar atrás el comentario que me hicieron un par de músicos sevillanos experimentados que presenciaban la actuación. Al acercarme a ellos y atenderlos a una señal de que me acercara, uno de ellos me dijo, mientras el otro asentía con la cabeza: “a estos te los tienes que llevar pa Madríd, son increíbles”. Y no puedo estar más de acuerdo con ellos.

Scars fue la canción, ya hacia la mitad del show, que precedió a otra versión magistralmente ejecutada y en la que estando muy presente el teclado en la versión original, en esta de SIBERIA, no se echó en absoluto en falta y es que la labor de sus guitarristas, Fidel Suárez y Belén Hernández, uniendo calidad, madurez y veteranía, por un lado, con calidad, juventud y soltura por otro, me dejaron (otra vez más) maravillado. Se trataba nada más y nada menos que de Stormbringer de DEEP PURPLE. Pero es que no contentos con eso, los efluvios púrpuras se mantuvieron a flote cuando atacaron con el temazo, de cosecha propia también, Waking the Enemy guardándose para el final un tema en castellano con un estribillo pegadizo para ser coreado por el personal, que queda fenomenal a modo de despedida, Fuera de control.

Pero todos los presentes sabíamos que aquello no iba a acabar así, que había un broche final con un par de invitados de auténtico lujo. Nada más y nada menos que Memphis Jiménez y Joey DeadCat, de los sevillanos PINBALL WIZARD. A modo de homenaje, como prueba de amistad y respeto, SIBERIA interpretaría con ellos uno de los temas del primer disco de PINBALL WIZARD, Come With Me, creándose entre ellos en el escenario una comunión y una química difícil de igualar.

Pero no quedó ahí la cosa, hubiese sido injusto para el público dejarlo con la miel en los labios, porque Elena Navarro, vocalista de LA SEÑAL, se sumaba a ese gran final para interpretar a la voz junto a Héctor y Memphis un himno universal del rock como es Smoke on the Water y regalarnos una propina más, cantando a tres voces Highway to Hell, bueno, tres voces con micro porque entre  los que allí estábamos, el que más y el que menos, se desgañitó con el tema de los australianos cerrando una noche para recordar, una noche en Sevilla, en la que Huelva se hizo oír reivindicándose y demostrando que el rock allí está más que vivo.

¡Gracias Huelva y viva Huelva!

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