En un frio sábado de febrero acudimos a la Trinchera para presenciar uno de los eventos destacados del inicio del año, la llegada de TOUNDRA a Málaga.
Iniciamos nuestro viaje con PLASTIC WOODS, banda antequerana que descubrimos hace un par de semana durante las Goetia Sessions. PLASTIC WOODS es una caja de sorpresa, si alguien pensaba que se iban achicar ante una sala llena con más de 300 personas en ese momento, pues se equivocarían. Su entrada a escenario a modo de ritual, con los integrantes abrazándose y besándose demuestra el cariño y la unión que reina entre los tres integrantes.
Tal como paso anteriormente, capta mi atención Javier a la batería, precisión, pero sobre todo estilo y actitud, siempre he sido amante del doble bombo, pero cuando uno presencia en directo el derroche técnico de tal calibre, con un juego de mano impresionante, uno acaba dejando atrás sus gustos primarios para dejarse llevar tal una hoja arrancado por el viento.
Con espacio suficiente para moverse Jesús (voz y guitarra) y Antonio (Bajo) no se quedan quieto. Llenamos nuestros oídos de rock psicodélico, con tintes varios, con un fuerte acento andaluza. Como en mi anterior experiencia me vuelvo a sorprender el papel casi marginal de las voces, por mucho que trato de destacar algún estribillo verso, siempre vuelvo a caer en la profunda musicalidad de la banda. Si destacaría un ruido de fondo constante, las onomatopeyas de Javier marcando el ritmo con la voz y captadas por los micrófonos de la batería dando un toque más profundo a los temas.
La banda aprovechó muy bien la media hora larga que tuvieron sobre el escenario presentando su último trabajo Dragonfruit. Tal como ocurrió en la Velvet, les acompañó Antonio Campos del Pino (REDEYE) a la guitarra flamenca para Sulayr e Isaac Pascual Godoy, pianista de jazz, que se uniría los teclados, ese último permanecería hasta el final.
Una actuación redonda, quien ha hecho las delicias del público congregado. Sin dudas algunas no es ni será la última vez que veré PLASTIC WOODS, una banda llamada a dejar huellas en la escena.
…Avoid the Sea
The Myst
Dragonfruit
Close to the Void
Song for the Pariah
Sulayr
The Calling
Tan solo disponemos de un breve descanso y sin tiempo para respirar disfrutamos del máximo estandarte del post metal nacional: salta al escenario TOUNDRA.
A estas alturas presentar TOUNDRA es casi inútil, la banda ha tocado sobre los escenarios más grandes y prestigiosos de España y Europa, actuando en salas y festivales, labrándose una fama de excelencia en directo a base de trabajo y más trabajo.
Uno de mis últimos conciertos pre pandémicos fue justamente un festival en la misma sala encabezado por TOUNDRA, el Ritval Fest. Mi primer acercamiento a la banda, fue tan apasionante como intenso
La banda vuelve con un nuevo disco, Hex, e inicia su acometida con la trilogía El odio, 22 minutos intensos, quien marcarían las líneas generales del concierto. Claro que TOUNDRA es espectáculo y energía, pero su música sirve de puerta de acceso a un mundo interior, después de balancear la cabeza, y dejándome invadir por las melodías, caigo casi en trance durante la totalidad de la actuación.
El odio es una pieza en tres actos llena de curvas y baches, que deja en vilo el oyente durante toda su duración, hasta un final templado en el que encontramos por fin el descanso y la paz interior.
Luego, el paisaje cambio drásticamente con Tuareg, uno de los temas más directo de la banda, con una textura más densa y quizás menos distorsión de lo que suele usar la banda. Fue el principio de un recorrido por su discografía, pasando de temas más antiguos a más recientes con un par de cortes de cada disco.
Lo impresionante del setlist, es que, a pesar de ser homogéneo, paseamos por épocas y composiciones completamente distintas. Ya en este punto perdí la cuenta, y me dejé llevar por el mar de sonidos de la banda, quien de manera perpetua acaba chocando en forma de ola sobre la orilla, siempre parecida, pero indudablemente única.
Quizás podría destacar Watt, tema que marco el supuesto final del concierto, antes de los bises. Tema que vino marcado como todo el show con unos juegos de luces fantásticos. Y ese punto es trascendental, ya que la limitada interactuación entre la banda y el público encuentra un sustituto con esos tonos que van variando y creando sensaciones dispares. Que no haya interactuación verbal no significa que no haya comunicación, ya que Esteban está cada vez que lo permite el desarrollo de los temas en el filo del escenario animando a el público o provocándolo insinuando que está dormido.
Un amago de retirada y la traca final con Ara Caeli, Cobra y Cielo negro, echando el cierre a una noche grandiosa. Y me encuentro yo, el amante del doble bombo y los estribillos, flotando al ritmo de la música de TOUNDRA. Una música que me hace salir de mi zona de confort, pero al final provoca una sensación placentera.
En resumen, TOUNDRA ha vuelto a triunfar en Málaga, y a pesar de la situación actual ha conseguido congregar un gran número de personas en la Trinchera, y convertir la sala en una explosión de vibraciones y sentimientos.
Intro
El Odio
Tuareg
Bizancio
Kitsune
La larga marcha
Zanzíbar
Mojave
Watt
Ara Caeli
Cobra
Cielo negro