En los días que corren, el verdadero milagro, muchas veces, es no tener que cancelar un concierto o festival y, justo en el año en el que hemos visto caer varios grandes carteles, hemos visto bandas internacionales cancelando sus giras y eventos diversos caer de la noche a la mañana, en una pequeña aldea, Pindelo dos Milagres, freguesía perteneciente a Sao Pedro do Sul, asistimos para rematar agosto a la multiplicación de los panes y los peces en forma de camisetas negras dando vida a un pequeño pueblo casi desconocido para los turistas que visitamos Portugal.
Pequeño, pero bien organizado, con un gran cartel, donde nos llamó la atención la presencia de bandas españolas, muy cuidado y con las muchas ventajas de un formato de festival que, cada vez, cobra más adeptos entre los que preferimos huir de los macrofestivales donde ves a tus ídolos a cientos de metros de distancia.