Son las siete de la tarde y el termómetro todavía marca los cuarenta grados. Pese a estar a principios de junio, la ola de calor arrasa toda España y Torredonjimeno no iba a ser una excepción. Mirando por el público y por los músicos, la organización decide retrasar de forma acertada un poco el inicio para que el escenario y gran parte del recinto quede en sombra, algo que los presentes vimos con buenos ojos y aprovechamos para refrescarnos en la sombra y disfrutar de los precios populares de la barra. Poco a poco los valientes comenzaban a llegar al recinto, desafiando el calor. Tras dos años de aplazamientos por la pandemia el festival es una realidad. ¡Nunca es tarde si la dicha es buena!