Crónica: UrRock – Día 2

Segundo día de festival, y es con mucha alegría que vemos que desde el inicio la asistencia es más numerosa que el primer. Está todo preparado para disfrutar de uno de los motivos de nuestro desplazamiento a Suiza, LAST DAYS OF EDEN.

La fuerte presencia helvética del jueves se difuminó en el viernes, dando paso a países cercanos o fronterizos. La prueba llegó mediante la banda encargada de abrir el prometedor y potente Viernes. Llegados de Alemania con un álbum sacado de sus propios demonios interiores, KING SABLE rugió en el festival con un toque thrasher que rompía oídos. Cinco varones quisieron demostrar que sus primerizos pasos en el género extremo harían historia. ¡Vaya si lo consiguieron! Aunque la acogida no fue la deseada, la agresividad y tecnicismos atrajeron al público poco a poco.

Las luces, cercanía y el sonido equilibrado hicieron que los temas de su álbum debut resultasen en bombas atómicas. Tenían el tiempo justo para presentar el disco, y no defraudaron. Demons We Feed, After the Storm o Aim 4 the Chin retumbaron en un ambiente rodeado de furia y discretos moshpits. La pandemia no les condicionó para recrear un estilo old school que muchos thrashers reconocerían como auténtico poder germánico.

Desde el oeste europeo, donde las aguas terminaban el mundo, la preciosa comunidad de Asturias, en España, cedió una agrupación sinfónica al UrRock, digna de cualquier ópera moderna. LAST DAYS OF EDEN llegó al festival con un álbum recién sacado de los viajes más épicos de Europa, Butterflies. Capitaneados por el dúo Ani y Dani, la diversidad musical quedaba a cargo de múltiples personalidades, mencionando a Andrea, a la gaita o Sara, quien tocaba un precioso violín blanco. Todo ello contribuyó a que el público se acercase junto a la misteriosa ambientación que les favorecía sobre el escenario.

Incluso solventado pequeños problemas técnicos al inicio, el repertorio hizo que cada intérprete se ganase a los presentes mediante aspectos increíbles y vistosos. La voz y danzas de Ani, la carisma y alegría de Dani, la soltura de Andrea, la virtuosidad de Sara, los redobles de Leo o los graves de Javi… Todo era imprescindible para que Abracadabra, The Garden, The Journey o Paradise, de su primer álbum, sonasen de una medida clásica que enamoró al público, atrajo fans y diesen un concierto memorable en la Suiza profunda. El metal español cumplió con creces su lugar en el centro europeo.

A veces los turnos en los festivales juegan malas pasadas, y sin desmerecer a DYLEM, creo que pasar detrás de LAST DAYS OF EDEN le ha perjudicado. Tras la opulencia y la brillantez de los españoles, la belleza fría de DYLEM quedó deslucida.

La actuación estuvo basada en su disco Dylem (2016) y su último EP, Eye of the Storm, lanzado en marzo de 2020. El propio tema que da nombre al EP trató de introducirnos en la atmosfera de rock progresivo ambiental de la banda. El bloque central estuvo centrado en su álbum debut, para dejar al final los temas del EP, Far Beyond y Can’t Take Anymore. DYLEM es el proyecto de Melody Dylem, y como tal ella ha llevado gran peso de la actuación, y ha sabido jugar con el público. Tengo curiosidad por volver a ver la banda en directo y darle la oportunidad que se merece.

Uno de los platos fuertes del festival, en general, despertó la fogosidad del público, ¡y no era para menos! Dos años desde su último concierto y con la Covid19 dando guerra, el virtuoso guitarrista Gus no iba a perder la oportunidad de volver a subir a los escenarios. Verlo en directo es un honor y si es con FIREWIND, ¡más obligatorio aún! Nuevo disco con título homónimo, nuevo frontman, siendo éste el gran Herbie Langhans… ¡Gus no ha perdido el tiempo en la pandemia! Conociendo la larga y fructífera carrera musical del grupo, el concierto significó un éxito total.

Si a todo ello le sumamos la carisma y derroche profesional de la banda, puesta en escena, acogida bestial y un sonido fuera de sí, ¡perdérselos era un pecado capital! Haciendo gala de su reciente lanzamiento, Welcome to the Empire dio paso a un repertorio que intentó dar una vuelta por toda la discografía. Aunque el tiempo no daba para más, cada músico llenaba los huecos e interludios a su manera. Los solos de Gus, la elegía de Herbie, la cercanía de Petros… El público respondía a la llamada y las luces flameaban del gusto que había en el ambiente. Desde las tierras helénicas, la calidad musical queda retratada para la eternidad.

Una decoración y puesta en escena apoyaban a grandes éxitos como World on Fire, Mercenary Man, Rising Fire y, como broche final a un espectáculo inolvidable, Ode to Leonidas, donde Gus no podía parar de agradecer las muestras de cariño y afecto hacia la banda. Incluso tras la foto final, FIREWIND se resistía a irse. Tales eran los sentimientos guardados que la despedida provocó llantos de alegría, incluyendo servidor. Dos años de ausencia en directo y nadie pudo augurar un retorno tan triunfal.

El día no iba a acabar tranquilo, menos por la poca lluvia helvética de la noche. Si FIREWIND había caldeado el fuego del UrRock, ahora tocaba consolidarlo para forjar un festival divino. Esa titánica tarea cayó en las mejores manos, pues un padrino del metal europeo llegó a Suiza con varios ases bajo la manga. Junto al fallecido Lemmy y otros bajistas de altura, Alemania nos trajo al brutal Peavy, quien, con su banda RAGE, no deja de demostrar que nació para hacer metal, sea cual sea el género o estilo.

Reformando la banda con la inclusión de dos nuevos guitarristas, Jean y Steffan, RAGE desplegó todo su arsenal en el país vecino. Un escenario cargado de signos y símbolos dedicados a su reciente álbum Resurrection Day, un control de sonido medido al milímetro, un bajo capaz de eclipsar a las guitarras y batería… Nadie puede negar que Peavy se ha forjado su propio camino y seguirlo requiere mucha dedicación. De ahí, la actuación retumbó en una algarabía donde sólo se veía pesadez, brutalidad, metal germánico, luces espectaculares y una banda con ganas de destrozar el lugar.

Evidente era el hecho de presentar el nuevo disco. Por ejemplo, mediante temas como Resurrection Day, Virginity o Monetary Gods. Sin embargo, todos sabemos la amplia y diversa discografía que posee RAGE desde su ochentera trayectoria, así que cayeron bombas clásicas y modernas a la vez. Si tuviéramos que rescatar algunos temazos, diríamos Ends of All Days, Back in Time… ¡Todas, joder! El final fue apoteósico, pues en riffs y coros, Don’t Fear the Winter y Higher Than the Sky rebotaron en cualquier rincón cerebral, conectando al público al unísono. Peavy, allá donde va, ¡la lía y no hay quien le pare! Por eso es tan especial y necesario en el mundo heavy.

Segundo día, y segunda vez que salimos con la sonrisa en los labios. Las bandas dejaron muy buenas actuaciones, y se nos quedará grabado algunas imágenes en la mente.

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